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Miércoles, 22 de Octubre de 2025

Actualizada Domingo, 05 de Octubre de 2025 a las 13:27:27 horas

Para el enganche es más fácil bajar que subir, porque al bajar puedes ir metiendo el freno y aguantas a los caballos y al carruaje y no hay problema.

Antoni Montanyà Salvans: “El enganche me permite seguir viajando a caballo”

En la última Equitrobada organizó una caravana de carruajes que confirma la buena salud de esta disciplina “me gusta decir que tengo buenos compañeros y seguidores de esta afición”. 

Redacción 1 Jueves, 04 de Mayo de 2023 Tiempo de lectura:

Viajar en carruaje ha prolongado la relación activa de Antoni Montanyà con los caballos. Dejó de montar a los 70 años, pronto cumplirá los 80, y sigue utilizando el enganche para viajar con caballos. Mantiene así una afición que vive desde niño, “en casa había caballos, porque se usaban en el campo”, que le llevó a practicar diferentes disciplinas y hacer grandes viajes a caballo y con enganche.

[Img #4411]Antoni Montanyà vive en Olost, en la comarca de Osona (Barcelona), en la Cataluña de interior ya en el pre Pirineo. “La comarca -dice- con más caballos de Raid y más campeones de Raid del mundo”, una zona que conoce como la palma de su mano. En la última Equitrobada organizó una caravana de carruajes que confirma la buena salud de esta disciplina “me gusta decir que tengo buenos compañeros y seguidores de esta afición”. 

¿Cómo llega al mundo del caballo?

“Yo he estado siempre en un ambiente rural. En mi casa había caballos, que se utilizaban en las faenas del campo, pero llegó un momento en el que dejaron de usarse. Mi padre tenía mucha afición y, con la excusa de un caballo para los niños, seguimos teniendo caballos.  Mis hermanos y yo hemos montado desde críos. 

Entonces no había competiciones, pero si fiestas, donde solía haber alguna carrera, más de obstáculos que de velocidad, porque se hacían en caminos poco adecuados. He sido ganadero toda mi vida y empecé a tener mis propios caballos. He practicado diferentes disciplinas, incluso carreras con trotones, pero lo que más me ha gustado es disfrutar el caballo paseando, en excursiones y en grandes viajes”.[Img #4431]

¿Cómo fueron sus inicios de viajero a caballo?

Empecé haciendo rutas cortas con amigos, porque tampoco tenía mucho tiempo. Tenía vacas en el Pirineo y, a veces, hacia la trashumancia a caballo con el vacuno de montaña.

Luego empezamos a hacer un poco de turismo a caballo, rutas por toda España. De Roncesvalles a Santiago, la Vía de la Plata, desde Sevilla a Salamanca, desde Albacete hasta Cazorla. También hicimos, con nuestros propios caballos, el “Camí de Cavalls” de Menorca, y otras muchas. [Img #4414]

Hay una que siempre recuerdo, “El camí dels bons homes”, que cruza el Pirineo, que empieza en elSantuario de Queralt, de  Berga y acaba en Foix, pasando por el castillo de Montsegur, que rememora el exilio de los cátaros occitanos. Un recorrido de alta montaña, de 200 kilómetros, que tiene la ventaja de estar muy bien marcado. Cuando me preguntan sobre este recorrido, siempre digo que hay que tener cierta experiencia y hacerlo con caballos de los que te puedas fiar, porque hay tramos bastante malos. Les digo “se puede hacer, pero con la condición de no salir del camino señalizado”. [Img #4427]

[Img #4420]¿Qué tipo de caballos ha tenido?

Básicamente, toda mi vida he tenido angloárabes y las primeras rutas con enganche también las hice con angloárabes. Funcionan muy bien y andan mucho. Actualmente tengo dos troncos,  uno de caballos y otro de mulas. El de mulas tiene su historia. Vino un amigo que tenía una empresa llamada “Paisaje y aventura” y trabajaba con animales pesados, bretones y mulas hijas de yeguas bretonas. Empezó a hacer rutas largas con nosotros. Yo le decía que era como el “acomodador que iba al cine su día libre”, a lo que me contestaba que hacer la ruta no era trabajo sino una fiesta. 

Como sus mulas no iban al ritmo de los caballos, me dijo que iba a hacer mulas deportivas “para dar caña a tus angloárabes” y ahora tiene un par de mulas hijas de purasangre. Y estas sí que andan. Yo, tengo dos mulas hijas de una yegua trotona y un burro de aquí que van muy bien.

Para el tronco que suelo conducir, preparé dos caballos hanoverianos puros, criados en casa. Uno de ellos tenía demasiado carácter y lo vendí a un compañero y acabó siendo campeón de Europa de Completo. Le sustituí por otro caballo de deporte que anda muy bien. 

Cuando viajaba montado a caballo ¿dormía en el monte?

De joven he hecho de todo, pero cuando te vas haciendo mayor ya no estás para estas lides. Buscas más comodidad y prefieres dormir en un hostal. Con cierta edad, se agradece dormir en una habitación con baño.[Img #4423]

[Img #4407]¿Qué tipo de enganche tiene?

Tengo dos Maratón.  Un carruaje que prescinde de la estética pero que lleva ruedas hinchables, frenos de disco y suspensión neumática. Muy cómodo y seguro. Empecé a andar con un Spider, pero los caminos le dejaban molido.[Img #4415]

¿Qué tipos de viajes hacen? ¿Qué diferencia hay con ir montado?

Deje de montar a los 70 años y me dedique al enganche, pero antes, desde el año 2000 había enganchado a menudo. Con los angloárabes lo mismo iba montado que en enganche. Desde hace diez años solo voy en enganche.

Si vas montado en el caballo, puedes ir por todo tipo de caminos, por sendas estrechas, cruzar pasos complicados… En carruaje necesitas una pista, por lo menos. Cuando empezamos a hacer rutas largas con enganche, buscábamos no pisar asfalto y la verdad es que cada vez lo pisamos más. El Camino de Santiago o la Vía de la Plata está señalizado para gente que va andando, en bicicleta o a caballo y no puedes pasar por muchos sitios si vas en carruaje. Incluso, a veces, te encuentras un pilón en mitad de la pista. En nuestra comarca antes las pistas eran de tierra y ahora las pavimentan para los tractores, especialmente las rampas más fuertes.

Cada vez nos preocupa menos ir por asfalto y menos si vas por una carretera pequeña y poco transitada. Andar por carretera montado es desagradable, pero no en carruaje. Hicimos una ruta por los Valles Pasiegos, en Cantabria, en la que casi todo era ir por carreteras pequeñas y con poco tráfico, y fue una delicia. Algo parecido nos pasó en Grazalema, en Andalucía, y fue una ruta preciosa.[Img #4421]

[Img #4425]¿Qué tipo herraduras llevan?

Los caballos van herrados con hierro y vidias, pero creo que al final tendremos que herrar con goma. Aquí, cerca de casa, conoces los caminos y buscas pistas que sean buenas, pero también están pavimentando tramos. Cuando se trabajaba con caballerías las pendientes eran más suaves, pero llegaron los tractores y los todoterrenos y las pistas tienen unas pendientes horrorosas y, como el agua las estropea, las pavimentan, lo que es un fastidio. 

Para el enganche es más fácil bajar que subir, porque al bajar puedes ir metiendo el freno y aguantas a los caballos y al carruaje y no hay problema. Al subir puedes resbalar y es peor. En asfalto hemos subido pendientes de más del 10 por ciento. Lo peor es el hormigón, especialmente si es viejo y está gastado, porque resbala más.[Img #4422] 

Hace poco hicimos una ruta de 45 kilómetros por la zona. Una ruta que hemos hecho más veces, que va por el camino de trashumancia que iba del Vallés al Pirineo, que antes era toda de tierra, e íbamos comentando cómo aquí y allí habían echado pavimento. 

En la parte del Pirineo del Ripolles, el Consell Comarcal está subvencionado la pavimentación de las pistas y para los caballos es un engorro porque hay kilómetros y kilómetros de pistas con pavimento. Pero claro, tenemos que comprender que los habitantes (de la zona) o los pastores de la zona ya no van con caballos, sino que van en un coche. Qué le vamos a hacer, acabaremos poniendo gomas. [Img #4424][Img #4426]

¿Qué distancia recorren cada jornada en carruaje?

Hacemos de promedio 40 kilómetros diarios en rutas de varios días. Depende mucho de la orografía, de si hay mucha subida. Cuando hicimos el Valle del Guadalquivir, saliendo de Cazorla hasta Sevilla, siguiendo todo lo que pudimos el Guadalquivir en una zona muy llana, hicimos, incluso, una etapa de 60 kilómetros, pero no es lo normal en una ruta de varios días. Lo normal es quedarse en los 40 kilómetros, aunque se pueda hacer más.[Img #4417]

¿Cómo preparan las rutas?

Estudiamos la ruta, en mi caso, sobre mapas. Luego buscamos el alojamiento para el primer día. Llegamos con los vans y las plataformas y parece que llega el circo. Lo normal es ir tres o cuatro carruajes, pero a veces hemos llegado a ser seis. 

Trazamos una ruta, pero no contratamos los alojamientos, porque siempre hay imprevistos, mal tiempo o cambios en el recorrido. Nuestra ventaja es que estamos jubilados y viajamos fuera de temporada, de manera que hay menos problemas para encontrar alojamiento. Además, llevamos un coche de apoyo que se adelanta y busca sitio. Hemos andado mucho con los caballos por toda España y en general la gente es amabilísima, siempre encuentras sitio para los caballos, la gente está encantada en recibirte, de dejarte un prado, un espacio para dejar los caballos, sobre todo si vas a pueblos pequeños. 

¿Recuerda algún mal momento?

Con caballos todos son momentos buenos, je, je. Bueno, en una ocasión tuvimos un accidente muy serio, donde un compañero estuvo al borde de perder la vida. En este caso, uno de los carruajes no se detuvo y embistió al de delante, volcó su carruaje y los dos salieron disparados y una persona quedo debajo del carruaje y fue arrastrado. Pero bueno, esto es todo en toda una vida de andar a caballo. Nuestros troncos han andado por todas partes y no tienen problemas con los coches, son animales muy fiables. A veces hay algún conductor que hace alguna tontería, pero es por ignorancia. 

¿Hay mucho turismo en enganche?

Turismo ecuestre hay poco, pero turismo con carruaje no hay prácticamente nada. Esto que hacemos nosotros es rarísimo, hay muy poco. Hicimos una ruta desde Loyola a Manresa siguiendo un camino que había hecho San Ignacio y pasado Zaragoza, siguiendo el Ebro, hay un pueblo, Fuentes de Ebro, donde confluyen todos los caminos de Santiago. Paramos en un hostal y hablando con el dueño le preguntamos si pasaba mucha gente. Nos dijo que pasaban bastantes peregrinos andando y en bicicletas ¿y caballos? Preguntamos, “caballos pocos” ¿Y carruajes? y nos dijo que el último que pasó había sido “seis años atrás, pero iba en dirección contraria”. Éramos nosotros que íbamos a Santiago. Nos pasó algo parecido en Andalucía. Había muchos carruajes en romerías y fiestas, pero nos comentaban que no había gente que hiciera lo que nosotros.[Img #4429]

¿Cuáles son sus últimas rutas?
Antes de Semana Santa  hemos hecho una ruta por el pre Pirineo de dos días y medio, corta pero muy técnica, un recorrido precioso bonita saliendo y llegando desde casa. Después de Semana Santa nos fuimos una semana a Asturias, donde hicimos una ruta circular de domingo a domingo, saliendo de la provincia de León. Fue una ruta preciosa  pero difícil, porque había unas subidas  terribles. Afortunadamente los animales (caballos) están en su mejor momento. La idea es seguir viajando con los enganches, descubriendo nuevos caminos o haciendo en carruaje otros que hicimos montados en el caballo.[Img #4430]

¿Crece la afición al enganche?

Yo creo que sí, aunque no es una cosa impresionante. La AMAC es muy activa, hace muchas marchas y empieza a haber gente que le coge el gusto al enganche. Yo hago el apostolado y los animo a que, cuando sean mayores, tengan un enganche. En las últimas equitrobadas se ven cada vez más carruajes.[Img #4408]

¿De que ruta tiene un recuerdo especial?

Tuvimos una experiencia maravillosa con Paco Ortiz, un gran viajero a caballo. Unos amigos suyos de la Camarga, la asociación “la caleche du delta”, gente mayor como nosotros, hicieron una ruta hasta el Delta del Ebro y, de allí, a Doñana, donde Paco organizó unas jornadas de hermanamiento entre ambos humedales. Yo supe de la existencia de este grupo y nos pusimos en contacto con ellos, una gente muy amable. [Img #4410]

Les comenté que tenía la obsesión de hacer una ruta por la Camarga. La idea era ir a Arles con nuestros enganches y desde allí hacer una ruta circular. Nos dijeron que la esencia de la Camarga era parque natural y que no nos iban a dejar pasar por ningún sitio y que fuera había mucho tráfico. Al final, de la mano de Paco, nos invitaron a hacer una ruta saliendo de las bodegas Paul Ricard con ellos e hicimos una semana de ruta por la zona con nuestros enganches, visitando unos lugares preciosos. La ruta coincidió con la Feria del caballo de Mejanes, en el corazón de La Camarga, que organiza cada año la familia Ricard, donde fuimos invitados y muy bien tratados. [Img #4409]

Fue maravilloso, una experiencia fabulosa. Al año siguiente, nos devolvieron la visita e hicimos con ellos una semana de rutas por nuestra zona coincidiendo, el último día, con  un fiesta tradicional, “Sant Joan i els Elois” vinculada también al mundo del caballo. Esta relación se queda para siempre. [Img #4413]

A caballo haces un montón de amistades. Hemos vivido una época en la que el turismo ecuestre (es raro,) no es multitudinario, y esto influye mucho para que seas bien recibido. Tengo un hermano que ha andado mucho en moto, y también a caballo, y me dice que andar por el mundo con moto o con caballos no tiene nada que ver, porque a los caballos los reciben con los brazos abiertos en todas partes, lo raro, rarísimo es que en algún sitio te reciban mal.

 

 

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