El tiempo - Tutiempo.net
Espa English Fran Deutsch Italiano Portugues

Miércoles, 22 de Octubre de 2025

Actualizada Domingo, 05 de Octubre de 2025 a las 13:27:27 horas

Carolina y Gabriel en Velosillo Carolina y Gabriel en Velosillo

"Seguiremos viajando hasta que el mal tiempo  nos lo impida"

Carolina y Gabriel: Parada en Velosillo, camino de Alemania

Han pasado ya más de tres semanas desde que salieran, el 26 de abril, de Gargüera de la Vera, Cáceres, y comentan que pensaban que iba a ser todo más difícil

Redacción Jueves, 25 de Mayo de 2023 Tiempo de lectura:

Carolina y Gabriel han parado unos días en Velosillo, Segovia, en casa de Jorge Juan García, un viajero a caballo empeñado en dar vida a la España vaciada. Tras el descanso, hoy vuelven a los caminos dirección Riaza. Pasarán por Ayllón y seguirán por la Cañada Real Soriana hacia Burgo de Osma, dirección Tudela, para seguir por la Selva de Irati hacia Francia. “Seguiremos viajando hasta que el mal tiempo  nos lo impida”, comenta Carolina.

[Img #4547]“Para mí -explica- el sueño era viajar a largo plazo con caballos. Quise hacerlo en  Colombia, pero vino la Pandemia. Luego llegue a España y sabía que era una asignatura pendiente. No sabemos si llegaremos Alemania, pero pasaremos el verano y parte del otoño a caballo”.

Han pasado ya más de tres semanas desde que salieran, el 26 de abril, de Gargüera de la Vera, Cáceres, y comentan que pensaban que iba a ser todo más difícil. “Venir con cuatro caballos ha sido un acierto, nos permite que vayan menos cargados y hagan menos esfuerzo”, apunta Gabriel. “Coincidimos con Ángel Sánchez en casa de José Luis, de Ecupasil, y nos dijo que no era tan complicado, que en poco tiempo llegas a una situación en la que te dices ‘un día más y luego otro día más”, eso sí diferentes”.   

[Img #4534]Llevan dos PREs, que son los que montan habitualmente, dos caballos serranos, de menor alzada, y dos perritas “Mowgli” y “Kawa”. Hacen entre 15 y 20 kilómetros cada día, aunque un día llegaron a los 28. “Lo normal es salir hacia las 9,30 de la mañana, y lo hacemos caminando al menos 15 minutos. Paramos un rato, media hora,  hacia las 11. Luego dos horas para comer nosotros y ellos y  solemos parar hacia las 6 o 7 de la tarde. Hemos aprendido que no hay que empeñarse en llegar a un punto determinado. Si antes encuentras un buen lugar para pasar la noche, con pasto para los caballos,  es mejor parar”.

[Img #4536]Carolina comenta que uno de los caballos de carga está acostumbrado a estar atado con una cuerda al suelo y se maneja estupendamente, lo que nos permite dejar sueltos a los otros durante el día. Si el sitio tiene agua y pasto y no plantea problemas, ni hay carreteras, soltamos a todos. Si hay gente, perros y jaleo, soltamos solo a uno y vamos cambiando. Por la noche, siempre o casi siempre, utilizamos un pastor eléctrico, para que puedan estar sueltos. “Llevamos un GPS que colocamos en uno de los caballos por si se van”.

En estos días de viaje, Gabriel se ha dado cuenta de que se puede viajar incluso con menos cosas, con menos peso, y que no hay que plantearse un destino fijo cada día “porque a veces hay un camino cortado o te encuentras un sitio estupendo para parar”. 

[Img #4539]Carolina confiesa que este viaje les da una liberación enorme “porque nos pone en un lugar desde el que podemos observar cosas, un lugar que  cambia la perspectiva respecto a la vida y la sociedad. “Me doy cuenta de que es difícil ponerse en nuestro lugar. No me molesta, pero si me sorprende. La gente tiene una visión más idealizada. Un día nos levantamos muertos de frío, con el agua de los caballos helada, y un señor nos dijo que le dábamos envidia”. 

Al hablar del futuro, Gabriel comenta que tienen una dirección, pero no un plan. “Yo soy enfermero y probablemente siga siéndolo por temporadas. Desde que tenemos la finca en Extremadura tenemos claro que queremos pasar temporadas en España, porque nos encanta la forma de vida y la gente, y también en Alemania, donde tenemos proyectos que nos gustan mucho como  tener una granja,  participar en política… Hemos construido una sociedad obsesiona con el dinero y con el consumo y las cosas van a peor. Curiosamente, en este viaje, la gente que tiene muy poco o no tiene nada nos da todo y los que si tiene algo son más distantes y no te preguntan si necesitas algo”. 

[Img #4541]La última vez que hablamos con Gabriel y Carolina, estaban en la rivera del Alberche, junto al embalse del Burguillo, en Navaluenga, Ávila. Desde allí subieron por el Puerto del Pico. Llegaron al Escorial, donde les llamarón la atención por tener los caballos en un parque junto al Monasterio. “Fue un momento, mientras comparábamos provisiones”. Desde allí pasaron a El Espinar y tomaron la Cañada Real que va a pie de monte de la Sierra del Guadarrama por la vertiente Segoviana. Y, desde ella, a Velosillo.

“Nos hemos metido mucho por senderos porque nos gustaba y porque también encuentras más pasto para los caballos, pero también se cansan más y se puede hacer daño. Hemos pasado por sitios bastante malos. Además, a veces te encuentras con un paso de peatones tipo torno que te obliga a dar la vuelta”, dice Carolina.

[Img #4537]Llevan una app de cartografía suiza, Map Out, con geolocalización y con perfiles de alturas, que es muy fácil de manejar, muy cómoda y consume muy poca batería porque trabaja offline. “Salen GRs, pero no las cañadas” apunta Carolina. 

Comentan que la Cañada Real Soriana es una delicia “en Alemania es imposible hacer viaje de este tipo. Siempre hay carreteras, todo está construido y no hay vías pecuarias”. Y dicen que sólo han echado en falta algo más de ropa de abrigo. Salimos con 35 grados y los últimos días han sido muy fríos. Al principio no usábamos la tienda de campaña y menos mal que la hemos traído”.

[Img #4533]Hasta ahora lo peor ha sido el frío y también un par de días cerca de El Espinar en los que una persona merodeaba cerca de los caballos y que les fue siguiendo. “Una de las noches se soltaron, algo que no había pasado antes. “Yo lo pase bastante mal, porque nos la encontramos varias veces en sitios distintos. No quería ni dormir”, comenta Carolina.

En cuanto al destino, Carolina dice que “al principio siempre pensaba que el objetivo era llegar a Alemania, pero ahora el objetivo para mí es pasar el verano y parte del otoño con mis caballos, con mi novio y mis perros viajando, que todos estemos más o menos bien y disfrutando. El fin del viaje lo marcará el mal tiempo y el frío”.

[Img #4535]Al hablar de la gente dicen que, en general, son muy bien recibidos. “Hay veces que crean algún problema, pero por ignorancia, cuando te pasan con el coche muy cerca o tocan la bocina para saludar y asustan a los caballos”. Tampoco hay problema con los ciclistas. “Uno, al que preguntamos, porque llevábamos tiempo sin encontrar donde pastar, nos mandó un mensaje para decirnos que más adelante había un sitio estupendo con agua y pasto”. Paran en los pueblos los justo para comprar comida para ellos y los perros. “No estamos a gusto sentados en un bar mientras los caballos están atados sin poder comer”.

[Img #4540]Uno de sus mejores encuentros fue hace unos días en la Cañada Real Soriana. “Nos encontramos de frente y de golpe con una persona que viaja con dos burros. Un tipo estupendo que nos dio indicaciones precisas para seguir adelante. Hace viajes con sus burros desde hace cinco años. Iba dirección hacia Extremadura,  pero el fuego de Las Hurdes ha cambiado sus planes y quizá baje a Cazorla. Vio que íbamos con prisa y nos dijo que nos lo tomáramos con calma, que el tiempo no es igual cuando viajas de esta manera”. 

[Img #4543]Los perros, Mowgli y Kawa, se lo pasan estupendamente, dan mucha compañía y te avisan si hay algún problema. Mowgli es muy activa, la pisó uno de los caballos y tuvo que ir a caballo algunos días. Gabriel cree que un viaje de tantos días puede ser duro para los perros, pero reconoce que les hacen compañía y  les permiten dormir más tranquilos”.

[Img #4542]Carolina ha vivido en Colombia “donde el caballo sigue siendo un medio de transporte en algunas zonas” y en Chile, donde trabajó con una empresa alemana de rutas a caballo. Hizo un grado de Trabajador social en Alemania y en Jáen hizo un master de intervención asistida con perros y caballos.

Los dos estuvieron como voluntarios en Ecupasil, la hípica de José Luis, donde han aprendido mucho de doma natural y donde conocieron a Lucy Rees. A Gabriel le apasiona el  barefoot y el balance F.  Utilizan botas de Explora y llevan un kit básico para repasar los cascos. “Los caballos van estupendos”. 

Llevan un par de días “en tierra” y empiezan sentirse extraños. Necesitan volver al camino. [Img #4544]

Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.156

Todavía no hay comentarios

Quizás también te interese...

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.