Es sábado 10 de junio. Ya llevo 89 jornadas a caballo, casi 2.000 kilómetros. Os dejé en Porto Marín (Lugo). Ya pasó la euforia de la entrada a Santiago de Compostela. ¡Tenéis que vivirla! ¡Es especial!
Ray mi caballo español, tose, y no dudó en buscar un veterinario. Tras verlo y examinarlo, me da varias pastillas y, tras un par de días de descanso se recupera estupendamente,mis equinos son lo primero.
Llegó a Sarria y de allí a Vitricastelo y después a Cebreiro, Jornada muy dura, pero para Ray, Rebeca (pio) y mi mulo Rodolfo, está chupado. Tras descansar, abordamos Ponferrada y de allí a Cacabelos,pueblo de un amigo mío. El viernes mi amiga Florence, tras llegar a León y despúes de 33 días compartiendo vivencias, se tiene que volver a Suiza, el trabajo la reclama. Dejamos los equidos dos días descansando en una hípica de recreo y pudimos visitar la ciudad.
Por fin veo la lluvia y la disfruto. A mi llegada a Redriegos me tengo que cambiar de ropa, de lo mojada que iba, y hoy me dirijo a Sahagún. Ya llevo casi 2.000 kilómetros. Mi próxima meta es llegar a Burgos. Os sigo contando
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