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Miércoles, 22 de Octubre de 2025

Actualizada Domingo, 05 de Octubre de 2025 a las 13:27:27 horas

Cuarto tramo, de cinco jornadas y 132 kilómetros, de la Ruta abierta por Vicente Nuez.

Ruta "Entre dos mares": de Montuenga de Soria a Casarejos a caballo

El nuevo tramo recorre unas tierras llenas de historia, pero cada vez más vacías de gente, donde la naturaleza se impone por su monumentalidad y belleza.

Textos y fotos: Vicente Nuez- Yakari Miércoles, 09 de Agosto de 2023 Tiempo de lectura:

Publicanos la cuarta entrega de la de la Ruta “Entre dos Mares, de Valencia a Castro Urdiales por Caminos de Herradura”, abierta por Vicente Nuez. Cinco jornadas que llevan desde Montuerga de Soria a Casarejos en un recorrido de 132 kilómetros por un territorio con mas de veinte siglos de historia.

[Img #4687]Dejamos a los viajeros y sus caballos en Montuerga de Soria, un paisaje ancho presidido por la monumental ruina de su castillo medieval, encaramado en un cerro. Uno de los castillos de silueta más evocadora de los pasados tiempos medievales en la provincia de Soria. Una imagen imponente en un territorio, la comarca de Almazán, que lucha contra el olvido de un pasado que fue mejor.

[Img #4680] Jornada 16: De Montuenga de Soria a Taroda - 30,4 kilómetros



[Img #4685]Tras descansar en Montuenga de Soria, los viajeros salen del pueblo por el camino de Carraburgo a buscar el Arroyo de Chaorna en dirección al río Jalón y la A-2 para cruzarlos por Las Torcas.  Luego subirán por la Cuesta de la Calera hacia Valdecerrillos para tomar el camino de Carra Aguilar hasta la Ermita de San Roque, a las puertas de Almaluez, donde harán un alto para que los caballos aprovechen el buen pasto.

[Img #4681]Desde allí, la cabalgata toma dirección Oeste y  para que los caballos abreven en la balsa de las Fuentecillas. Seguirá luego  hacia Utrilla, a subir por el Arroyo de la Posada hacia Valdeperibañez y tomar el camino de los Carros hasta Fuente Tarodilla, donde no encuentra agua.

Seguirá por una bonita vereda hacia la Cabezuela, el cerro de la Cadilla y por el Alto de la Iglesia, para  llegar al abrevadero de Taroda, donde hacen noche.

[Img #4683]Con una población de apenas medio centenar de habitantes- en 1910 llegaron a los 418-  los vecinos de Taroda viven desde siempre  de la agricultura.  Los cultivos que predominan son el trigo, la cebada, y girasol, mayoritariamente, y, más recientemente, la soja y el guisante. En su paisaje destacan Iglesia de San Esteban Protomártir, la Ermita de San Roque, una portada renacentista, del siglo xvi, los restos de un castillo y de un pequeño yacimiento arqueológico en el llano del villosillo.

[Img #4680] Jornada 17: De Taroda a Almazán - 23,8 kilómetros



[Img #4717]Por la mañana,  el grupo de viajeros deja Taroda por el arroyo del Chorrón de la Vega en dirección norte hacia Señuela, tras abrevar los caballos en la fuente bajo la Peña Chimillán  cruzan las vías del tren hacia Coscurita donde hacen un alto en el Área Recreativa al Norte de la población con buen pasto para los caballos. Desde allí el grupo sigue por el camino junto al Canal de Almazán hasta Bordeje por donde cruza la N-111.

[Img #4715]

[Img #4716]La cabalgata  sigue dirección norte hasta coger las vías del tren abandonadas en dirección a la Dehesa. Una densa vegetación le impidió el paso obligándola  a salvar la pendiente que los lleva por un precioso pinar antes de llegar a las ruinas de la Estación. Luego cruzan  la CL-101 para tomar la Cañada Real Soriana que les conduce hasta la Puerta del Mercado de la ciudad amurallada de Almazán. Desde allí, los viajeros bajan por una senda hasta el puente peatonal por el que cruzan el río Duero para seguir por el Parque de la Arboleda hacia las afueras de la ciudad, donde hacen noche.

[Img #4718]Situada en el centro de Castilla, en un paraje de colinas repletas de restos históricos que dan fe del importante papel que jugó la villa en la época medieval, hoy Almazán es una villa de unos 6000 habitantes, rodeada por extraordinarias construcciones monumentales. Entre ellas, destaca la Plaza Mayor, considerada la “plaza castellana” por excelencia. Su ubicación en lo alto de una atalaya y al borde del río Duero, la convierte en un espacio público con un valor paisajístico excelente y privilegiado, compartiendo protagonismo con la Muralla del SXII, la Iglesia de San Miguel del SXII y el Palacio de los Hurtado de Mendoza del siglo XV.

[Img #4714]Cuenta con dos imponentes miradores, con una estructura volada en madera y acero que minimiza el contacto con las edificaciones existentes. El del Postigo de San Miguel, al que se accede desde la Plaza Mayor ofrece magníficas vistas al paisaje de verde y ocre. Al otro,  sobre el río Duero, se accede desde la Ronda del río. La gastronomía de Almazán sigue la tradición de la cocina castellana, basada en la calidad de los productos de la tierra. Legumbres con las que se realizan platos sustanciosos como el cocido de garbanzos, potaje castellano o lentejas con chorizo. Sin olvidar los cereales para el pan con el que se preparan las migas pastoriles o la tradicional sopa de ajo, tan vinculadas al pastoreo ni la excelente carne que proporcionan los pastizales de la zona, donde destaca el lechazo asado en cazuela de barro con aromas de tomillo, romero y mejorana. Los montes y campos próximos abastecen de caza de pelo y pluma a las cocinas de la villa. Los estofados de corzo, venado o liebre y los escabechados de perdices se pueden degustar en los restaurantes cuando la época es propicia. Chorizos, morcillas, tocinos, lomos, adobos …y, de todos ellos, los torreznos son los productos del cerdo que se pueden saborearse en Almazán. Para acaba, las yemas de Almazán, elaboradas con azúcar y yema de huevo, aprovechando las claras sobrantes para las “paciencias”, pequeñas galletas duras y redondas.

[Img #4680] Jornada 18: De Almazán a Quintana Redonda - 21,7 kilómetros

 

[Img #4720]En esta jornada, el grupo se refuerza con Juan y Heike, y sus cabalgaduras Laky y Tenessy, que han llegado de Palma de Mallorca con la intención de compartir varias jornadas. Con ellos, el grupo sale de Almazán siguiendo el GR-86 por el camino Vistalegre hasta Fuentelcarro. Rápidamente los viajeros entran el un bosque de pinos que ya no les abandonará hasta llegar a su destino.  

[Img #4725]Siguén por el GR-86 hacia la Laguna de las Picazas y desde allí bajan por el Barranco de Valdelacena hasta el Barranco del Valle donde toman dirección norte hasta el Barranco de Valdelahuesa. Desde allí, suben  por el Llano de la Fuente San José hasta el Área Recreativa de la Fuente el Cuévano donde encuentran unas mesas con bancos pero ni una gota de agua. Tras un breve descanso, los viajeros siguen dirección noroeste hacia el Franchuelo y los Poyales.

[Img #4726]El cielo se va cubriendo y pronto se oyen los primeros truenos, la tormenta les llega por detrás,  pisándoles los talones. Parar no era una buena opción y deciden atajar por el Barranco de las Carboneras. Cuando les queda poco más de una hora para llegar al destino de la jornada, en el Mojón de la Culebra, les alcanza el agua que los acompañará hasta llegar a Quintana Redonda. Tras alojar los caballos y darse una ducha caliente, el grupo sale por la localidad a tomar unas cervezas bien frías.

[Img #4722]Quintana Redonda agrupa a once pedanías. Su origen se remonta  a la época celtíber, al  Siglo I a.d.C, como atestiguan los  primeros restos cerámicos. Su nombre podría estar relacionado con la existencia en la zona de campamentos romanos durante el asedio a Numancia (Siglos IV y V). En la zona abunda el roble, la encina y el pino negral del que antaño se extraía la resina. También es destacable la variedad micológica de la zona. Las especies comestibles predominantes son parasoles, níscalos, senderillas, seta de cardo, champiñones y cagarrias, perrechicos… que forman parte de su oferta gastronómica.

[Img #4724]La localidad ha mantenido una vinculación histórica con la producción alfar y en su término han aparecido restos cerámicos de notable antigüedad. Esta tradición se ha materializado en la creación del Centro Temático de la Cerámica, ubicado en las antiguas escuelas, un edificio reformado y reconvertido en nueva referencia turística.

Entre su cuidado caserío destaca el Palacio blasonado de la familia González de Gregorio, del siglo XIX, con excelentes jardines en su interior. También es reseñable el pórtico de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, aunque todo el templo fue reconstruido a principios del siglo XX tras un fatal incendio. No obstante, se percibe la buena planta que tuvo la original románica.

[Img #4755]Cuenta además con una singular Plaza de toros, restaurada a principios de este siglo y con la particularidad de su graderío que luce verde hierba cuando la humedad acompaña. Su uso incluye tanto encierros de vaquillas como celebración de juegos y conciertos.  Cerca de Quintana Redonda se encuentran distintos yacimientos arqueológicos,  el más importante el de la villa de Cuevas de Soria, una lujosa villa romana del siglo III-IV, declarada Monumento Histórico Artístico en 1931. 

[Img #4680] Jornada 19: De Quintana Redonda a Calatañazor - 25,3 kilómetros

 

[Img #4731]Al día siguiente y, tras abrevar los caballos, el grupo sale de Quintana Redonda en dirección Oeste hacia el alto de El Torrubio. Seguirá por Los Llanos alternando el bosque de pinos con las carrascas hacia el Alto de la Dehesa. El recorrido continúa por la Valdeserrana y los Gamonales para cruzar el Barranco de la Solana en dirección a Monasterio, donde se hace un alto y abrevan los caballos.  Tras este alivio, se reanuda la marcha para adentrarse en la Sierra de Inodejo, a través de sus frondosos bosques de carrasca que dan cobijo a hermosos mantos de verdes musgos.

[Img #4732]Tras cruzar el Arroyo del Toconal los viajeros descienden desde el Alto de la Mata del Guarda al Arroyo de la Hoz en dirección a la Fuente Berros, en La Praderona, donde los caballos se refrescan con las aguas de su abrevadero y sus verdes pastos. El grupo continúa  por la Majada de las Garreadas hacia Nódalo, que lo salvan por el Sur, hasta la Fuente del Moral donde toman el camino de San Lorenzo. La cabalgata sigue hacia las ruinas de su Ermita y luego hacia el Roseguillo donde una breve y refrescante tormenta les obligó a sacar los chubasqueros. La comitiva continúa por la Cañada Real Riojana para cruzar la N-122 por el Páramo de Calatañazor en dirección al Cerro de la Horca. Desde este punto, el grupo toma una senda que les permite disfrutar de una vista del recinto amurallado de Calatañazor que, a lomos de suss monturas, le hace soñar con otras épocas.  

[Img #4733]A los pies de su Castillo, llegan a el Valle de la Sangre, donde la leyenda cuenta que los ejércitos cristianos de Castilla, León y Navarra vencieron al caudillo Al-Mansur en el verano del año 1002.  La senda desciende poco a poco por las paredes que el río Milanos ha ido escarbando, dejando al otro lado sobre los escarpados el recinto amurallado de un pueblo que parece anclado en la edad media.  Ya en Calatañazor, la comitiva pide alojamiento para luego saciar el hambre con buenas viandas y buen vino.  

[Img #4735]La etimología del actual topónimo de Calatañazor lo haría provenir del árabe Qal`at an-Nusur, que puede ser traducido por “Castillo de las Águilas”, sin embargo e origen de la población se remonta a unos diez siglos atrás, aunque no en su actual ubicación. El primitivo asentamiento se corresponde con el de la ciudad arévaca de Voluce que podría emplazarse a un kilómetro de Calatañazor sobre un cerro lindante con el río Milanos que se conoce como Los Castejones. Allí habría permanecido Voluce durante todo el periodo de presencia romana en la Península. Con las invasiones germánicas, los habitantes de la antigua ciudad debieron encontrar mejor acomodo en el promontorio que ocupa la actual Calatañazor. De la época visigótica pudieran ser las tumbas antropomorfas que aparecen excavadas en la roca en la base del castillo, visibles desde este y accesibles por la vega. 

[Img #4728]En plena dominación musulmana, en el verano del año 1002, Almanzor (Al-Mansur «el victorioso»), general de los ejércitos del califa cordobés Hisham II y auténtico soberano fáctico de Al-Ándalus, estragaba, como cada estío durante las dos décadas anteriores, las comarcas cristianas desde Santiago de Compostela hasta Barcelona. La campaña militar de aquel año le había llevado por tierras riojanas a San Millán y Canales, de donde regresaba a sus cuarteles de invierno andaluces. Lo hacía victorioso pero enfermo. La ruta a seguir, hacia Medinaceli, le haría remontar el puerto de Santa Inés desde los Cameros y traspasar el portillo de Cabrejas, para salir a campo abierto frente al peñasco de Calatañazor. 

Hasta aquí la historia y en adelante la leyenda. Sancho García, Conde de Castilla, que se había enfrentado a las huestes de Almanzor dos años antes en Peña Cervera, donde, si bien resultó derrotado, apreció debilidades nunca antes advertidas en los ejércitos musulmanes, pudo calcular que había llegado el momento y la ocasión de rendir en combate a Almanzor, envejecido, enfermo y ahora en retirada.

[Img #4729]Así pudo haber sucedido la batalla de Calatañazor, que documentalmente no se ha asegurarlo ni desmentirlo. La tradición sostiene que «en Calatañazor perdió Almanzor el tambor», que es tanto como decir que perdió su talismán de imbatible y que resultó derrotado. Como la imaginación no está sujeta al rigor histórico, contemplando desde el castillo la extensa llanura hoy llamada Valle de la Sangre, puede uno asistir a la carga de las mesnadas de Sancho García contra las tropas califales y a la huida de éstas por el camino de Bordecorex hacia Medinaceli. Sí parece seguro que Almanzor murió la noche del 10 al 11 de agosto de 1002 y que fue sepultado en Medinaceli.

Hoy, esta pequeña villa -declarada Conjunto Histórico-Artístico Nacional en 1962- que parece haber sido olvidada por la evolución histórica, se alza en la cima de una roca que domina la vega del río Milanos. Villa de intensa historia fronteriza, en un entorno privilegiado de bellos espacios naturales, que tiene su máximo exponente en su sabinar, uno de los bosques de sabinas mejor conservados del planeta.

Sus empinadas calles de trazado medieval y sus humildes casas  fabricadas con entramado de madera de sabina, encestado de ramas con barro, adobe o en el mejor caso de ladrillo, configuran el aspecto medieval formando un conjunto armónico de gran belleza.

Del castillo se conserva un lienzo y la cimentación de las paredes del patio de armas. Además de su casco urbano destaca su iglesia románica Ntra. Señora del Castillo. A la salida del pueblo está la ermita de la Soledad, también románica con puerta sin tímpano. Su excelente gastronomía es la de la zona:  Migas pastoriles, carnes a la brasa asadas en madera de encina, chuletón de buey, cordero, cerdo y unos excelentes postres.

El Sabinar

El Sabinar de Calatañazor, situado en la parte noroccidental de la provincia de Soria, al sur de la Sierra de Cabrejas, destaca por su vegetación y, especialmente, por el bosquete de sabinas (Juniperus thurifera) que alberga. La sabina albar, especie considerada una reliquia del Terciario, conforma en este espacio natural una de las pocas masas, con ejemplares de porte arbóreo de considerable altura y edad coetánea, en torno a doscientos años, existentes en la península ibérica. Su gran tamaño, poco usual en la especie y menos para edades tan jóvenes en relación a su longevidad, se debe a un uso respetuoso por parte del hombre y a la existencia de un mejor suelo en el fondo del valle que ocupa, que en los terrenos de paramera típicos sobre losque se asienta generalmente....

[Img #4756]El bosque ocupa una superficie de aproximadamente 30 hectáreas y en él crecen ejemplares notables de hasta 14 m de altura y 4 m de perímetro, dimensiones que pueden incrementarse con la edad, pues el Juniperus thurifera o sabina albar puede alcanzar los 20 m de altura y 8 m de ruedo troncal. Su madera es sumamente dura y resistente, y al quemarse desprende un olor que recuerda al incienso, cualidad que le ha valido el apellido de thurifera.

[Img #4680] Jornada 20: De Calatañazor a Casarejos - 30,2 kilómetros

 

[Img #4757]Tras un buen comer y un buen dormir, los viajeros abandonan Calatañazor por el camino de la Ermita de Nuestra Señora de la Soledad hacia Los Palomares. Tomando  dirección Oeste por la senda del Cerrillo hacia las Tainas de la Pedriza, cruzan la SO-P-5026 para seguir por Las Viñas bajo la Peña del Aguila hacia el Molino Cañón y de allí al Abioncillo por donde vadean las cristalinas aguas del río Abión.  

[Img #4758]El grupo continua por La Hoya hacia el Cerro de los Tejos para subir por el Barranco del Sotillo hasta el despoblado de Cubillos. Seguirá luego por El Morro hasta Cantalucía, donde encuentra un buen abrevadero y agua fresca. La comitiva sigue por El Cubillito hacia el Molino Blanco para bajar por El Prado del río Chico. En Hoyas Someras inicia la subida al Magorate donde se hace un alto bajo un frondoso pinar con abundante hierba fresca.

[Img #4742]Tras el descanso, los viajeros bajan  a cruzar el arroyo de las Pozas del Collado y subir por El Nogaajan al Alto la Rasa. Siguen luego por Los Quemados hacia La Atalaya para coger el camino del Robledillo que les lleva hasta Vadillo, donde abrevan las monturas. La  cabalgata  continua  por el Arroyo del Vallejo hacia Mata Martín, máxima altitud de la jornada, con 1173 metros, donde enlaza con el GR-86, atravesando La Dehesa en dirección a Casarejos, donde pasará la noche.

[Img #4743]A 1.089 metros de altitud y con una extensión su término de 288 Km², Casarejos es el típico pueblo pinariego, con arquitectura en mampostería de cierto interés. Se conservan casas con chimeneas cónicas y entramado de adobe y madera en el primer piso.  Destacan algunos artísticos balcones de madera bien labrada. Por su término discurren los ríos Lobos y Navaleno y su flora está formada fundamentalmente por pino y plantas aromáticas como gayuba, tomillo, manzanilla o té. Entre su fauna destaca el conejo, perdiz, codorniz y liebre. En caza mayor corzo y jabalí.

[Img #4744]Tiene un importante coto de caza. En su economía forman parte importante los aprovechamientos forestales, cuyo producto de la venta se reparte entre los vecinos. También existe ganado lanar y vacuno y el aprovechamiento de la recolección de hongos. En el pasado Casarejos fue pueblo importante en el transporte de carretería, siendo miembro de pleno derecho de la Real Cabaña de Carreteros Soria-Burgos. Hoy es pueblo eminentemente forestal y ganadero.

[Img #4739]Destaca su Iglesia parroquial, románica con reformas posteriores del siglo XVII y XVIII. Su gastronomía se basa en productos locales y de temporada. La mayoría de los platos se elaboran con los productos de sus huertas, granjas y montes. Destacan las verduras de temporada, las setas, la caza, los pollos y huevos de corral, todos los elaborados del cerdo, carnes a la brasa y las carnes de vacuno.[Img #4760]

 

 

 

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