Éxito del II Encuentro de Ruteros Ecuestres en la Cordillera Cantábrica

La cita fue un éxito y se multiplicó por tres el número de binomios participantes respecto al primer encuentro, a pesar de la convocatoria electoral del 23 de julio, que alteró los planes de no pocos aficionados. La buena noticia es que el Encuentro gana adeptos y los aficionados están ya esperando a que Avelino señale la fecha del próximo año.

El objetivo de estos encuentros es disfrutar de unas rutas y unos paisajes espectaculares, conocer a aficionados a las rutas a caballos y compartir conocimientos y experiencias.

En esta ocasión, el punto de reunión fue el Recinto Feria de San Emiliano, donde llegaron los viajeros y sus caballos a lo largo del día 23. Ese mismo día, por la noche, la recién nacida FEJAE (Federación Española de Jinetes y Asociaciones Ecuestres) organizó una cena, a la que se invitó a todos participantes asociados a la Federación, en un año en el que darse de alta en la FEJAE no tiene ningún coste.

Como es habitual en este tipo de encuentros, el encanto está en llegar a caballo desde distintos puntos geográficos, en un recorrido de una o varias jornadas, a las que se suman, en muchos casos, las del viaje de vuelta. En otros, el encuentro forma parte de un itinerario más largo.

Ya en San Emiliano, el día 24 los participantes realizaron diferentes recorridos ecuestres por Babia. Para facilitarlos, la organización planteó tres recorridos circulares con salida y llegada en San Emiliano. El primero, de 27 kilómetros recorrió la Majúa, el Valle de Congosto, el de Valverde, Torrestío y Genestoso. El segundo, de 19 kilómetros, transcurrió por Villasecino, Ríolago, La Majúa y vuelta a San Emiliano. El tercero, de 28,8 kilómetros, llevó a los viajeros por la Vega de Gordobegos, la Cubilla, Pinos y llegada a San Emiliano.  A última hora del dia, se celebró un encuentro-coloquio entre los participantes y se entregaron los diplomas acreditativos a los participantes.

El martes 25, a las 10 de la mañana se realizó un recorrido de unas dos horas por la zona y a medio día se dió por finalizado el evento. En las fotos, gentileza de Luis Miguel Molina Morchón, podéis ver lo que disfrutaron los participantes y lo que nos perdimos los que no pudimos ir. Habrá que esperar al año que viene, o no. El lugar bien merece una visita.