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Martes, 16 de Septiembre de 2025

Actualizada Jueves, 10 de Julio de 2025 a las 11:50:01 horas

A caballo por la cordillera cantábrica, entre León y Asturias

Diez días a caballo por Babia

Un día le dije a Luis Miguel, “oye, vamos a probar” y se echó las manos a la cabeza, porque sabía el pánico que me daban los caballos. Y probé y me metí, me metí de lleno.

Fotos: Nati Olmo y Luis Miguel Molina Morchón 1 Miércoles, 16 de Agosto de 2023 Tiempo de lectura:

Hace apenas siete años, Nati Olmo tenía pánico a los caballos. “Soy fotógrafa profesional y utilizaba teleobjetivo cuando les hacía fotos para evitar acercarme”. Hoy tiene tres caballos, monta varios días a la semana y se encuentra en ruta a lomos de “Duque”, recorriendo el perímetro de Babia por tierras de León y Asturias a ambos lados de la “Cordillera”.

[Img #4767]

Es la tercera ruta larga que hace en compañía con Luis Miguel Molina Morchón, vecino y amigo. “El año pasado también hicimos 10 días, vino mi hija e íbamos con una mula de carga. En la anterior también vino mi marido”. Este año tiene una yegua preñada y va con lo imprescindible “las alforjas y poco más”. [Img #4770]

¿Tenéis un recorrido definido?

No, lo vamos decidiendo día a día, a un lado y otro de la cordillera y estoy descubriendo zonas que no conocía. He hecho tres rutas largas y las tres con Luis Miguel. Sola no lo haría, es mejor ir acompañado, para estas cosas necesitas a alguien que conozca la zona. Tenemos que subir más arriba de los 2.000 metros, y cruzar la cordillera puede ser terrible. Te puedes meter en sitios realmente difíciles. 

[Img #4763]El otro día fuimos por un camino que estaba totalmente tomado. Costaba pasar y fue muy duro. Además, nos quedamos sin agua. Seguimos hasta el final, pero no fue fácil. Llegamos a Tuiza de Arriba ya de noche. Iban a cerrar el bar, pero cuando nos vieron llegar nos atendieron y nos dejaron una finca. Se portaron estupendamente, porque no en todos los sitios encuentras dónde dejar los caballos. Es una aldea muy concurrida de turistas donde todos son familia.

[Img #4762]Hace unos días pasaron por el refugio de Meicin,  situado en el corazón del macizo de Ubiña, a una altitud de 1.560m. Un lugar aislado donde todo -gas, comida, bebida…- se sube andando o con alguna cabalgadura. En el refugio tiene capacidad para 45 personas, en dos habitaciones con literas, servicio de ducha y de bar y comidas.

¿Cómo superas el miedo que tenías a los caballos?

Hasta hace siete años tenía pánico a los caballos. Mi hija montaba desde los cuatro años y ahora tiene 20. Yo la llevaba a picaderos y un día en Pravia, donde la única que montaba era mi hija, apareció Luis Miguel, que fue animando a mi hija a salir al campo “porque no solo existe el salto”. A mi hija le gustó y empezó a querer tener un caballo. Al final lo tuvo. Empezó la carrera y montaba menos y empecé yo a montar. 

Un día le dije a Luis Miguel, “oye, vamos a probar” y se echó las manos a la cabeza, porque sabía el pánico que me daban los caballos. Y probé y me metí, me metí de lleno. Compré otro caballo. Tengo también una yegua y no paro, procuro montar varias veces a la semana, siempre por el campo y normalmente sola. Hoy los caballos son fundamentales en mi vida, son mi vía de escape, me dan paz.

¿Cómo fue el proceso?

Pues no lo sé. Hubo una temporada en la que me llamaban la alfombra, porque siempre estaba en el suelo. Me rompí costillas, me lesioné el aductor… y me daba igual. Al día siguiente estaba encima del caballo. Tengo una yegua hispano árabe en la que me costaba mantenerme arriba, me caía o me tiraba. Creo que es una cosa en la que entras o coges miedo, y yo entré. La primera vez que caí de un caballo, temblando, me volví a subir y así una y otra vez. La pandemia para mí fue maravillosa. Porque por arriba, donde yo vivo, todos son rutas y entonces era caballo, caballo, caballo, caer, subir, caer, subir, caer….

Después de mi primera ruta larga, al volver a casa, tardé una semana en reconectar. Cuando sales de ruta, el primer día te encuentras un poco perdida, no duermes bien, te sientes rara… pero al segundo día ya estás durmiendo y descansando estupendamente.

[Img #4773]Luis Miguel la ayudó a perder el miedo a los caballos y en las rutas largas va con él. Si no está, coje el caballo que tiene menos querencia y sale sola. “Me voy a dar una vuelta, a tomar un vermú o a comer por ahí. No es fácil encontrar gente que te acompañe. En el monte ves poca gente a caballo. Si aparejo, no es para montar una hora. Salgo por la mañana para volver por la noche. Hay muy poca gente que tenga afición para salir tanto tiempo. Intentas quedar con alguien, pero al final sólo quieren salir una oriña”.

Luis cogió amistad con mi hija, porque él siempre que encuentra gente que le gusta montar a caballo, la anima y le ensaña cosas nuevas “venga Laura, vamos a montar”, le decía. Hoy es un amigo de la familia, un hermano más, siempre que anda por aquí nos vemos, en su casa o en la nuestra. Incluso tenemos caballos en común. Siempre te está enseñando cosas de los caballos, de sus cuidados… Luego tu vas también aprendiendo, eligiendo el equipo que mejor se adapta a ti, los cuidados de los caballos…[Img #4771]

¿Qué montura usas?

Tengo una McClellan que utilizo mucho con la yegua, porque tienes que sentirla para no caerte y una Tuareg que cambie a Luis por una Pioneer que tenía, que era muy grande para mi. Soy rutera y necesito monturas duras y resistentes.

¿Qué destacas de lo que has aprendido con Luis Miguel?

Yo diría que el miedo. Al ver las fotos, dices qué sitio tan guapo. Pero se tiene mucho riesgo. A veces se pasa muy mal. Hay zonas en las que dices, no sé ni cómo pasé. A nada que resbale el caballo un poquito más de la cuenta,  te puedes ir para abajo y de ahí no sales. Estás sin cobertura todo el día, nadie sabe dónde estás. Yo el miedo siempre lo llevo conmigo. [Img #4766]

¿Qué es lo que más te gusta?

Que no piensas absolutamente en nada cuando estás encima del caballo. Son momentos únicos. Yo necesito mucha creatividad en mi trabajo e ir por esas montañas, por esos paisajes y su luz  me inspira muchísimo. Encuentras sitios maravillosos, pero también es muy duro. Hay días que cuando paras no tienes ganas de nada y hay que desaparejar los caballos y montar el vivac, y al día siguiente desmontar y aparejar. Y así todos los días. Pero me apasiona. Lo que más me gusta es la desconexión, la desconexión porque no tienes tiempo, porque al estar fuera de cobertura no te llegan problemas. Puedes llegar a las praderas y ponerte a pegar voces o a llorar.  Es algo increíble.[Img #4772]

¿Tu relación con la naturaleza nace con el caballo?

No, siempre me ha gustado salir al monte. Caminaba mucho, corría mucho, subía  al Urriellu... A mí eso siempre me gustó. Salíamos con las niñas para que aprendieran a disfrutar de la naturaleza. Mi marido se lesionó una rodilla y empecé con el caballo. 

¿Cómo tienes a los caballos?
Los tengo sueltos en unas fincas cerca de casa y yo me encargo de su cuidado. Cuando ya no tengo hierba, hay veces que los meto en la casa de Luis Miguel, que vive a unos cuatro kilómetros más arriba. No podría tener los caballos estabulados. Tenerlos sueltos es más complicado, pero es libertad pura y dura. Y un caballo que vive fuera te da muchos menos problemas cuando estás todo el día en el. También hay que estar con ellos pie a tierra y que te vean líder y cojan confianza contigo.[Img #4764]

¿Porqué la gente no sale al monte a caballo?

Yo creo que porque no lo probaron. Salir de la zona de confort no es fácil. También hay que tener una forma de ser determinada Va más con la persona. Las hípicas tampoco lo promueven. Se centran más en la pista. 

El paisaje te da mucho y el caballo ¿que te da?

Me da Más. Estar con ellos es maravilloso.  El potro que llevo vino sin montar. Le domamos y en la ruta se está portando estupendamente. Lo que más más me maravilla es lo que está aprendiendo en este viaje. En cuatro días ha aprendido muchísimo. Viene a la mano con todo, te entiende cuando le dices las cosas, le falta hablar. Duque un lusitano palomino de seis años, muy valiente.  Si te descuidas un poco, cuidadito, porque no se le pone nada por delante.[Img #4768]

¿Tu hija ha dejado de montar?

No, no, lo que pasa es que ahora está en la Universidad, en la carrera. Este año hubiera venido con nosotros, pero las fechas no le venían bien. Ella colabora con una ONG y el año pasado cuando salimos de ruta venia cansada. Le dijimos que podíamos acortar la ruta y se negó. Cuando empezamos a entrar por los Lagos de Saliencia después de pasarlo mal en un collado y viendo la belleza del sitio nos dijo ¿y queríais que yo me perdiera esto?

¿Cómo es Luis Miguel en ruta?

Es una persona que se conoce todos los caminos y que ha pasado por todo tipo de situaciones. Cuando ve que la gente quiere ir para adelante, aprender, que le gusta ir caballo, se vuelca y te anima aún más. El apostó por mí, y creo que no le estoy defraudando.  Ve como intento mejorar cada día en todo, hacer bien las cosas. A veces también chocamos, porque somos amigos, y si hay que discutir, discutimos. 

¿Habéis visto osos o lobos?

No, este año no. El año pasado o el anterior, vimos lobos, en San Lorenzo, Nos preocupan más las manadas de caballos, sobre todo cuando se acerca la yegua alfa y el semental y se puede montar el lío.

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