Publicamos un nuevo tramo, de cinco jornadas y 140 kilómetros, de la ruta "Entre dos Mares, de Valencia a Castro Urdiales por Caminos de Herradura”, creada por Vicente Nuez, que nace en Valencia y acaba en Mioño, municipio de Castro Urdiales, en Cantabria. El quinto tramo, de algo más de 140 kilómetros, parte de la provincia de Soria y se adentra por la Comarca de la Demanda y Pinares, en Burgos, y nos lleva desde Casarejos a Villanasur Río de Oca, un recorrido que cruza montañas y recorre caminos, bosques y ríos de un territorio que fue protagonista de distintas etapas de nuestra historia y que hoy lucha contra el olvido.
Jornada 21: De Casarejos a Rabanera del Pinar - 25.5 kilómetros.
El grupo sale de Casarejos por la Ermita de Nuestra Señora de las Angustias siguiendo el Arroyo de Valderrueda para subir por el Alto de las Palomas para adentrarnos en el Parque Natural del Cañón de Río Lobos por los Llanos de Cabeza Gorda. Cruza luego el río Arganza en su intersección con el Arroyo de Valdeluguerre y la comarcal SO-934 en dirección al Morro y Pozo Claro para descender por el Alto de la Bandera hasta El Medianedo. En este punto se hará un alto en su hermoso valle, luego sigue hacia el Noroeste a cruzar el rio Laprima en dirección a Hontoria del Pinar.
Tras abandonar Hontoria por las Cabezuelas, se cruza el Vallejo del Val y el Cerrón Parra en dirección a Aldea del Pinar, bonito pueblo con un magnífico abrevadero. La comitiva seguirá por el El Barrancón hacia La Muela donde les alcanzó la tormenta, que no les dejaría hasta llegar a su destino en Rabanera del Pinar, donde hace noche.
Situado en la provincia de Burgos, Rabanera del Pinar forma parte de la comarca de La Demanda y Pinares. La localidad se encuentra en la cercanía de Santo Domingo de Silos, del monasterio del mismo nombre, de La Senda de los Moros, de San Pedro de Arlanza y del Arte románico de la Sierra de la Demanda.
Un porcentaje considerable del término está cubierto por el pino albar y el roble rebollo Entre su flora sobresale, por su rareza en la península ibérica, el mirto de turbera o mirto de Bravante, el helecho real o la Gentiana pneumonanthe.
Rabanera está situada en un extremo del Cañón de Río Lobos, un enclave donde el ser humano "trasciende", según afirma Juan Ignacio Cuesta Millán en su libro Lugares de poder: los enclaves donde el hombre trasciende (2003).
Jornada 22: De Rabanera del Pinar a Castrovido - 28.85 kilómerrosLa cabalgata sale de Rabanera del Pinar en dirección Norte por la vía del tren abandonada junto al río, los caballos abrevaron a la salida del pueblo y luego pasan la portera junto al paso canadiense hacia Cerrillo Merino, donde gira al Oeste por la dehesa de Santa Marta para subir por la Peña del Mojón hacia Las Tajuelas. Sigue por la Cuesta del Cuende hacia las Tenadas de Peña el Moro y luego hacia Cabezón de la Sierra, luego baja a cruzar el río de la Vega y en la Ermita del Santo Cristo toma la senda de las Hacinas en dirección al puente de San Miguel sobre el Arroyo Navagrullas.
Continúa por Los Ruyales hacia Peña Caballera, pasa una portera y gira hacia Hoyo Pensado para bajar por el camino de Cabezón pasando por la puerta de San Marcos hasta Piedra Moreno. Unas cercas impiden el paso y el grupo decide seguir las sendas del ganado entre el robledal hacia las Tenadas de las Cabezas, pero no encuentra una portera que permita el paso. Los caballistas optan por cruzar la cerca soltando los alambres de un poste de madera, pasan los caballos, y vuelven montar los alambres. 400 metros adelante toman el camino hacia las Tenadas de Valdemama (en dos ocasiones han intentado comunicar Cabezón de la Sierra con Castrillo de la Reina y en ambas han encontrado cercas sin portera en la zona entre Los Ruyales y Piedra Moreno. Parece que será necesario acercarse más a Hacinas para evitarlas.
Recuperada la ruta prevista se hace un descanso. Luego pasan por Valdemama hacia el puente sobre el río Saelices a las puertas de Castrillo de la Reina, en su Area Recreativa paran a dar agua a los caballos, Mientras unos llenaban el cubo en la fuente, los más impacientes se acercaron al pilón para abrevar ¡cuidado, una auténtica trampa! está tan bajo que uno de los caballos metió una mano y acabo dentro con agua hasta la barriga, todo quedo en un susto pero pudo tener consecuencias graves.
Repuestos del incidente cruzan el pueblo en dirección a la Dehesa de Campo Cubillo donde pastaban abundantes vacas y un grupo de yeguas y potrillos que se acercaron curioseando. Salen luego por Peñacaida hacia Nava Sotillo para cruzar la Dehesa de Santa María convertida en un campo de golf natural para disfrute de las gentes de Salas de los Infantes. Siguen por Peña de las Zahurdas hacia la Tenada de Camarma adentrándonos poco a poco en el robledal de Los Vallejos a las puertas de Castrovido donde hacen noche.
Esta localidad burgalesa fue un importante asentamiento celtíbero en época prerromana. Los romanos mantuvieron el asentamiento e hicieron pasar por la localidad la calzada que iba desde Clunia (sur de Burgos) a Tritium Magallum (la Rioja). A finales del siglo IX se formó parte de la línea defensiva de castillos que protegían los nuevos territorios colonizados frente a las aceifas musulmanas, entre los que estaban en el Castrovido. En 1002, el caudillo musulmán Almanzor atravesó el paso de Castrovido en una aceifa que destruyó, entre otros, San Millán de la Cogolla. De vuelta de su campaña, Almanzor sufrirá su primera derrota en Castrovido, cuya infantería no pudo con la resistencia de los que se protegían en el cerro del castillo.
Jornada 23: De Castrovido a Riocavado de la Sierra - 25.9 kilómetros
Los viajeros dejan atrás Castrovido y su orgulloso castillo por el puente medieval sobre el río Arlanza para subir por la senda del Arroyo Tiñavieja hacia el Alto del Hoyo y enlazar con el GR-82 en dirección a Arroyo de Salas. En el Campo de la Calera giran hacia el Oeste por Los Cinchos hacia Piedrahita de Muñó, donde cruzan el río Pedroso hacia el Campillo y luego subir por la senda del Barranco de Santa Coloma hacia Las Marradas. Siguen por los Tres Cerros hacia las Tenadas del Carril y de las Rasas y pasan por La Torca hacia los Tres Mojones, adentrándose más y más en un frondoso bosque de robles.
En el Campo de Torrosalbos hacen un alto, luego seguen ruta hacia el Este por las Tenadas de la Matilla, cobijadas bajo un precioso bosque de grandes robles, giran luego por el Cerro las Espinillas hacia La Cabrera y El Horcajo, siempre a la sombra de un frondoso robledal que les lleva hasta Riocavado de la Sierra, donde pasarán la noche.
Situado en la comarca de La Demanda y Pinares, Riocavado de la Sierra está situado a 1180 metros sobre el nivel del mar en la vertiente sur del puerto de Manquillo; posee un término municipal de 4330 hectáreas, que cuenta con una población de 59 habitantes.
La primera referencia histórica data del año 1028, si bien nació probablemente a principios del siglo X. Desde las bases de Burgos y Cardeña, e incluso desde el sector de Oca, los foramontanos se encararon con la sierra que separa la cuenca del Ebro y la del Duero. Fue entonces cuando se estableció el condado de Lara, en la familia del conde Gonzalo Fernández, padre de Fernán González.
Fue una época de vida dificultosa en la Sierra, pero más asegurada que otras frente a las invasiones árabes. En esta tesitura, la villa de Riocavado, rodeada de frondosos bosques poblados de osos y lobos, era una plaza segura. En la época medieval era Riocavado una disputada población por su riqueza cinegética, siendo además la caza una afición muy extendida. Uno de los muchos monarcas aficionados a la caza fue Alfonso XI, que en su obra "La Montería escribió: “Río Cavado es bueno de oso y de puerco (jabalí) en verano”.
Jornada 24: De Riocavado de la Sierra a Villasur de Herreros - 31.3 kilómetros
Los viajeros salen de Riocavado de la Sierra siguiendo el GR-82 ó Vía Verde de la Demanda en dirección al Puerto del Manquillo a 1423 metros de altitud, máxima altura de la jornada. Tras un ligero descanso el grupo baja del puerto y cruza el Arroyo de la Sierpe que se convertirá más adelante en el río Arlanzón, que les acompañará a lo largo de toda la jornada. a las puertas de Pineda de la Sierra cruzan una finca con caballos. Luego buscarán unas cervezas frias y un tentempie con productos de la tierra. Por la Ermita del Santo Cristo retoman de nuevo la Vía Verde que trascurre junto al río en dirección al Embalse del Arlanzón.
Pasan liuego unas porteras que guardaban el rebaño de vacas que pacía placidamente en la Dehesa del Barranco del Sotillo. Poco más adelante cruzan el Arroyo de las Amarillas a través de un viejo puente metálico que dejaba ver claramente el agua almacenada en el embalse. El GR serpentea la orilla izquierda del embalse cruzando el Arroyo Canaleja hacia el Monte San Miguel, allí por el Hayedo Chiquito dejan la Vía Verde para subir por el Cerro de la Viga hacia las tenadas de la Portilla. Por El Pajarejo llegan a las tenadas de las Llanadas donde se encaminan por Sanchivalindo hacia la presa del Embalse de Úzquiza para cruzarla y llegar hasta el Camping Puerta de la Demanda en Villasur de Herreros, donde hacen noche.
La localidad está enclavado en el valle del alto Arlanzón, al pie de la Sierra de la Demanda a veinte minutos de Burgos. Ha sido desde sus orígenes un importante cruce de caminos y constituye una de las principales puertas de entrada a la Sierra de la Demanda. El pueblo ofrece un entorno natural único, un importante patrimonio de arquitectura popular y una interesante gastronomía basada en los productos de la tierra.
Miguel Delibes dijo que el pueblo tiene «Un paisaje y un territorio que se cuentan entre los más valiosos de la geografía peninsular». Destacan sus bosques y valles de origen glaciar, que favorecieron la creación de sus embalses, y la manera en que se mimetizan en el paisaje como si hubieran formado siempre parte de él. Todo el pueblo de Villasur de Herreros es un museo etnográfico y arquitectónico. En cada una de sus calles, en cada rincón, merece la pena realizar una parada, para contemplar y dejar que hablen sus piedras, sus adobes o sus maderas de roble centenarias. El núcleo urbano, marca la impronta económica ganadera del lugar con una gran profusión de pajares entre las casas hogar.
Jornada 25: De Villasur de Herreros a Villanasur Río de Oca - 28.7 kilómetros
En la quinta jornada de este tramo, el grupo sale del Camping Puerta de la Demanda para cruzar la presa del embalse de Úzquiza. Toma luego una senda en dirección al Alto del Rayo y llega a Villasur de Herreros, donde los caballos abrevaron en la fuente a la entrada del pueblo. Ya en él, los viajeros callejean un poco para disfrutar de su casco urbano y se encaminan hacia el puente sobre el río Arlanzón. Giran luego a la izquierda para subir por el barranco del río Valdecarros hasta el Cerro de la Cruz. Continúan por Valdeagés a coger el camino de Pradoluengo y cruzar la N-120. Suben luego por Mataterrazos para enlazar con el Camino de Santiago que transita por los Montes de Oca.
La sorpresa fue mayuscula al toparse con un chiringuito en medio del monte donde ofrecian bocadillos calientes a los peregrinos. Siguen el Camino en dirección Villafranca, cruzan el barranco del río Cerratón y abandonan el camino por La Cabezada, acompañando el descenso del río Romancho para coger el camino de Campo Merino hasta Mozoncillo de Oca. Luego bajan por el Arroyo del Henar a tomar el camino de las Callejas para cruzar la BU-703 y el río Oca a las puertas de Villalómez, cruzamos el pueblo para bajar por la margen derecha del río hasta Villanasur Río de Oca donde pasan la noche.
También en Burgos, Villanasur Río de Oca pertenece a la Hermandad de Montes de Oca en el partido Juarros, uno de los catorce que formaban la Intendencia de Burgos durante el periodo comprendido entre 1785 y 1833, tal como se recoge en el Censo de Floridablanca de 1787.
Su peculiar situación geográfica, en un pequeño valle longitudinal creado por el río Oca y próximo al mágico Camino de Santiago, le permitió un cierto éxito por su cercanía con la relevante Villafranca Montes de Oca, principal núcleo poblacional de la zona que llegó a ser sede episcopal y disponer de un importante hospital por el constante flujo de peregrinos. Sin embargo, y como tantos otros, el pueblo ha ido perdiendo población por la falta de lugares de trabajo y oportunidades culturales y de escolarización. El contrapunto es una naturaleza auténtica y salvaje que ofrece un amplio número de especies animales y vegetales acogidas por los cercanos y boscosos Montes de Oca y el río Oca que da nombre al pueblo, al valle y a parte de la comarca cuya recuperación se está intentando para retomar su antiguo prestigio de río truchero.
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