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Miércoles, 17 de Septiembre de 2025

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Primer entrenamiento para hacer la Peregrinación a la Meca a caballo: Julio de 2021

Embalse de Luna – Roncesvalles. Memoria del Diario de Viaje.

RAFAEL HERNÁNDEZ MANCHA Martes, 13 de Febrero de 2024 Tiempo de lectura:

Como parte de la preparación para hacer en 2024 la peregrinación a La Meca a caballo, hemos planeado tres viajes de entrenamiento en los que probar las yeguas, los materiales, la organización y los jinetes. Esos viajes de entrenamiento los hemos realizado en los veranos de 2021 y 2022, y durante el invierno de 2023/24.
Este es el diario resumido del primer viaje.

[Img #5112]En el amanecer del 10 de julio de 2021, día del cumpleaños de mi hijo mayor Ismail, embarcamos los caballos en el camión de transporte equino desde Aracena (Huelva) hasta Pobladura de Luna, junto al Embalse de Luna (León). 

Mientras los caballos van en el camión de Sergio “Chimenea”, los jinetes vamos en mi coche hasta el punto de encuentro en el prado que nos tiene reservado Natalia, directora de la Reserva de la Biosfera del Parque Natural de Omaña y Luna. A las 20:30 descargamos las yeguas entre el Embalse de Luna y el pequeño núcleo de población de Pobladura de Luna. El domingo 11 de julio es día de descanso para las yeguas después del largo viaje en el camión. Aprovechamos para recoger en Oviedo a Mahyar que será nuestro asistente llevando en el coche las tiendas de campaña, sacos, ropa y comida de caballos y jinetes.

Aquel verde paraíso para las yeguas se transformó en un infierno durante la siesta, cuando un enjambre de tábanos las atacó y ellas tuvieron la tentación de marcharse montaña arriba. Pude coger a Hillal por el cuello quitándome el cinturón y todas vinieron detrás. Hubo suerte, porque cuando fueron a Oviedo a recoger a Mahyar se llevaron todos los cabezales. Por suerte se quedó con nosotros un producto que cuando lo compré nadie entendía por qué lo hice: matamoscas del Mercadona, el más eficaz y barato repelente de moscas de caballo y tábanos. Después de aquel episodio, el domingo transcurrió con una siesta en la que las yeguas se mantuvieron muy cerca de nosotros aliviadas y tranquilas.

[Img #5106]Lunes 12 de julio 2021. Primera etapa. Embalse de Luna – Cármenes (León)

Salimos al paso hacia el este por la carretera de Pobladura de Luna atravesando por debajo el viaducto de la autopista. Pasamos varias carreteras secundarias bajo una fina lluvia. No tenemos alternativa, ascender las empinadas montañas calizas que nos flanquean no son una opción. Pasamos apaciblemente por Caldas de Luna, Cubillas de Arbás, Casares de Arbás, Pobladura de Tercia, Rodiezmo de Tercia, Villamanín hasta parar en Cármenes. Todo había muy bien hasta que paramos en un prado a un kilómetro de Cármenes. La etapa había sido casi todo el día al paso en una distancia de unos 40 km. 

El primer incidente se produjo cuando paramos en un prado aparentemente abandonado cercado de paredes de piedra medio caídas. Confiamos en que las zarzas y algunos troncos atravesados sirvieran para que las yeguas se quedasen plácidamente comiendo en aquel idílico paraje. Quitamos las monturas y pusimos las yeguas a pastar sin los cabezales. Algunos fuimos a indagar en las inmediaciones cuando uno de nuestros jinetes cometió un error imperdonable: montó su yegua y marchó solo al pueblo. Esta acción que puede parecer de lo más normal del mundo, en esas circunstancias supuso una imprudencia terrible. Las otras cinco yeguas saltaron la pared de piedra y se fueron a la carretera. Cuando intentaron cogerlas corrieron volviendo hacia atrás por donde habían venido. Lo hicieron corriendo por una carretera de montaña llena de curvas. Con el coche y los cabezales intentamos alcanzarlas, lo que conseguimos a varios kilómetros. Después tuvimos que volver con ellas de cabestro. Fue un milagro que no acabase nuestra ruta en la primera etapa por un grave accidente. 

[Img #5104]De esta experiencia sacamos varias conclusiones: las yeguas están hermanadas, lo que es muy positivo, pero ninguna puede separarse dejando atrás a las demás en ninguna circunstancia. También aprendimos que cualquier ruta debe ir cubierta no sólo por todas las precauciones posibles, sino también por una buena póliza de seguros. 

Acabamos dejando aquel prado para ir al pueblo a solicitar algún prado para pasar la noche. Era en la época en que estaban segando el heno y no nos dejaban ninguno. Tuvimos que pasar la noche en un parque infantil del pueblo, desolado por la falta de niños. Por la noche seguía la llovizna y apenas 5º C en pleno mes de julio. 

[Img #5125]Martes 13 de julio 2021. Cármenes – Barrio de las Ollas (León)

Nos fuimos de Cármenes algo tarde. Aún no teníamos el hábito de recoger las cosas y preparar las yeguas con rapidez. Mis compañeros estaban encantados con el paisaje, pero no tanto con la escasa amabilidad de la gente. 

Al poco de salir atravesamos la aldea de Almuzara, toda una prueba de la presencia islámica en estas tierras del norte de España. La palabra Almuzara ( المزارة ) significa “santuario”, en una clara referencia a un lugar de culto islámico. 

El paisaje fue haciéndose más bello, si cabe, que el día anterior, con la ventaja de ir por caminos y pistas de tierra, mucho más agradables con los caballos.

Pasamos además de Almuzara, Valverdín, Pedrosa, Lavandera, Genicera, Valverde de Curueño, Valdeteja, Nocedo de Curueño, Valdepiélago, Ranedo de Curueño y Barrio de las Ollas. 

En este pequeño pueblo nos dejaron acampar y dejar las yeguas en el recinto cerrado de la iglesia, donde había hierba para las yeguas y un buen sitio para dormir y descansar los jinetes. Las yeguas que no parecían cansadas en los 35 km del recorrido, protagonizaron una simpática escena galopando en círculos alrededor de la iglesia durante un buen rato, hasta que las paramos. Aún quedaba mucho camino por delante. 

[Img #5127]Miércoles 14 de julio. Barrio de las Ollas – Fuentes de Peñacorada (León)

Volvimos a salir tarde del atrio de la iglesia de Barrio de las Ollas en dirección a Boñar. Desaryunar y levantar el campamento nos retrasa demasiado. 

Bellos paisajes en dirección a Prioro, pero no llegamos. Al medio día hacía calor, al fin un poco de calor y como no teníamos nada para comer nos paramos en Sobero. Habíamos dejado los caballos comiendo en un prado al lado del pueblo mientras fuimos a un desangelado restaurante que tardó mucho en atendernos, a pesar de ser los únicos clientes. Cuando estábamos empezando a comer vino un señor en un viejísimo tractor y dijo la célebre frase: “¡sacad los caballos del prado, pero ahora mismo!”. Nos había gustado el plan de quedarnos en Sobero, pero tuvimos que seguir nuestra ruta hasta Fuentes de Peñacorada, donde junto a un arroyo hemos visto un pequeño prado donde acampar y dejar las yeguas. 

Jueves 15 de julio. Fuentes de Peñacorada. Gastroenteritis generalizada. Descanso obligatorio. 

Amaneció la mañana húmeda y la primera imagen fue ver a nuestros dos jinetes alemanes Mirko y Thorben abriendo la tienda de campaña para vomitar. Les siguieron Umar y Abderrahim. No hizo investigar mucho para averiguar que nuestro asistente británico Mahyar había comprado gazpacho embotellado y no lo había metido en la nevera, sino que lo había dejado todo el día en la guantera del coche. La fermentación del gazpacho había provocado una tremenda gastroenteritis a cuatro de nuestros jinetes. Solo Abdelqader y yo no tuvimos problemas, a pesar de ser los que más gazpacho bebimos. 

[Img #5113]Cuando estaban todos vomitando apareció un pastor con sus ovejas lanzando improperios y diciendo que iba a llamar “a los guardias”. Después volvió con vacas y no había modo de decirle que en aquella parcela de menos de 500 m2 apenas había hierba ni para un día. Poco le importó ver a los muchachos tirados por el suelo vomitando hasta sus primeras papillas. El comentario obvio era: “la gente no parece muy simpática por aquí”.

El alcalde nos visita quitando hierro al asunto y apareció Fernando, pastor de ovejas que nos invitó a acampar a unos tres kilómetros de distancia junto a la nave donde guarda sus ovejas. A pesar de las dificultades de tener a cuatro jinetes vomitando y con diarrea, tuvimos que mudarnos al lugar que Fernando nos ofreció. El paraje era “de película” frente a un hayedo de una belleza deslumbrante. Dos años después regresé con mi águila real Amaruná a grabar exactamente allí algunas escenas de la película largometraje “Iberia, naturaleza infinita” dirigida por Arturo Menor. 

[Img #5110]Viernes 16 de julio de 2021. Fuentes de Peñacorada (León) – Aviñante de la Peña (Palencia) 

Afortunadamente nuestros jinetes se repusieron en las 24 horas de descanso frente al hayedo de Peñacorada y pudimos salir atravesando el hayedo en dirección a Guardo. 

Subimos un sendero por donde apenas se apreciaba el camino entre retamas. En medio del camino nos encontramos una cierva muerta y a medio comer por los lobos. Durante un buen rato las yeguas estaban muy nerviosas. En la polvareda del camino podían verse las huellas de los lobos muy frescas y a buen seguro no estaban lejos del lugar. Allí no olía a carne putrefacta, pues la cierva estaba recién degollada, sino que olía a muerte. 

La ruta subiendo las montañas fue larga, agreste y con mucha pendiente. 

Nando, otro pastor de Aviñante nos ofreció un prado en un robledal en un alto, cerca del pueblo. El sitio era muy bonito, pero no había agua que hubo que acarrear con el coche. Una fatigosa labor después de un día con unos 54 km de recorrido. 

La noche fue estrellada y salvaje, pero sobre todo muy fría a pesar de estar en pleno verano. 

[Img #5109]Sábado 17 de julio de 2021. Aviñante de la Peña – San Cebrián de Mudá (Palencia)

Madrugamos más que otros días para desayunar y recoger el campamento. Salimos hacia Cervera por caminos que discurren al pie de la cordillera. Al llegar al río Pisuerga hicimos una parada para bañarnos. El agua estaba helada en aquel bellísimo paraje, pero al menos tuvimos algo de higiene personal. 

En la montaña vimos ciervos y alimoches. En un paraje altísimo vimos envuelto en anorak a un pastor senegalés que cuidaba ovejas acompañado de imponentes mastines. No podíamos dejar de pensar en lo mal que lo pasaría este hombre tropical en aquel lugar en invierno. El pastor senegalés nos guió hasta San Cebrián de Mudá donde su alcalde Jesús González nos ofreció acampar frente al Mirador de las Estrellas. 

Estábamos cansados los jinetes y los caballos después de una ruta de unos 50 km.

Yo conocía el lugar porque años atrás traje a los alumnos a visitar la reserva de los bisontes y caballos de Przewalski. 

[Img #5114]Domingo 18 de julio de 2021. San Cebrián de Mudá (Palencia) – Abiada (Cantabria)

Salimos muy tarde de San Cebrián de Mudá, entre otras cosas porque nos paramos a visitar los bisontes. 

Ascendimos un puerto muy empinado en medio de un bosque cerrado de una enorme variedad botánica. Al coronar el puerto paramos a comer en un cercado, pero hacía tanto viento y frío que buscábamos el sol para sestear. 

Intentamos acortar por el monte, pero fuimos a parar a un barranco difícil de sortear. En medio del monte nos encontramos una vaca a medio comer y un buitre también medio comido. En el cielo había más de diez alimoches. 

En Abiada nos ha acogido Toñín, un amigo de Gundo, jinete vasco que conocí en su parada en Aracena cuando atravesó toda España desde las playas de Matalascañas (Huelva) a las de Muskiz (Vizcaya). 

Aquí sentimos la amabilidad de una gente hospitalaria y generosa, lo que se agradece después de una etapa muy dura de unos 50 km con mucha pendiente. 

[Img #5120]Lunes 19 de julio de 2021. Abiada (Cantabria) -Corconte (Cantabria)

Nos acompañó Miguel, que trabaja en el Parque de Cabárceno, con su caballo guiándonos por Entrambasaguas hasta el nacimiento del Ebro. Se quejaba Miguel que su enorme caballo español no podía seguir el ritmo de nuestras yeguas árabes, teniendo que ir a galope cuando nuestras yeguas iban al trote. 

Atravesamos Reinosa y nos dirigimos, según las indicaciones de Miguel hasta el Embalse del Ebro, donde nos espera Antonio Ruiz, panadero de Orzales. Con él vienen a caballo su sobrino y su hermana montando caballos españoles. También Antonio quiso echar una carrera en una enorme explanada con nuestras yeguas, que lo dejaron atrás de inmediato, a pesar de llevar una larga ruta. Acabó Antonio diciendo: “Está claro que cada caballo es para lo que es…”

En Corconte nos esperaba Elías, que como todos por la zona estaba segando y empacando heno. Nos dejó acampar junto a su nave ganadera y pudimos bañarnos en el Embalse del Ebro que está en frente, lo que fue muy relajante después de otros 50 km de ruta a caballo. 

[Img #5105]Martes 20 de julio de 2021. Corconte (Cantabria) – Bárcenas (Burgos)

Emprendimos temprano una etapa muy dura, quizás la más dura por lo largo del recorrido de unos 55 km y mucha pendiente de subida y bajada. 

Atravesamos las cumbres que rodean Ojo Guareña sin parar, descendiendo por pendientes de frondosos robles y hayas. Siempre que podemos nos bañamos para intentar mantener la higiene, pero las aguas del río Engaña eran tan gélidas que no había quien parase un instante dentro del agua. 

En Bárcenas nos acogió Vero, una simpática amiga de Gundo (José Gundín González) que nos acogió dejándonos un prado para los caballos y para que acampásemos. 

En Espinosa de los Monteros cenamos unas pizzas con Gundo. Todo un manjar. 

[Img #5119]Miércoles 21 de julio de 2021. Bárcenas – Villasana de Mena (Burgos) 

Este día fue muy especial para nosotros porque se celebraba el Aid al Fith, la Fiesta del Sacrificio, una de las grandes fiestas del Islam. 

Seguimos la ruta que la noche antes nos había marcado Gundo a través de las Merindades entre hayedos y robles, encontrando encinas en el Valle de Mena. 

El paisaje es maravilloso y pudimos bañarnos en una poza de la cascada de Irús, donde hicimos una emotiva oración en el día festivo. Ese día todos llevamos puesta la camiseta tipo polo que Muyahid nos regaló como apoyo al proyecto del Hajj a caballo. 

En Villasana de Mena nos visitan en el restaurante Cuatro mi primo Fernando González Salicio y Andoni Deandrés, que tuvo la amabilidad de sacarnos las guías para los caballos. Gente maravillosa. 

[Img #5111]Jueves 22 de julio de 2021. Villasana de Mena (Burgos) – Izoria (Álava)

Perdimos un poco de tiempo al salir para herrar las yeguas de Abderrahim, Mirko y Thorben que venías sin vidias. El herraje correcto y con vidias es esencial en una larga travesía. 

Gundo trajo su caballo en el remolque y nos acompañó con Pirineo desde la salida en Villasana de Mena hasta el límite con Euskadi. No llegará al final de la jornada, pero nos ha buscado alojamiento en Izoria y nos ha guiado por bellísimos bosques por donde habría sido muy difícil encontrar la ruta.

En el tramo que Gundo nos acompañó tuvimos un percance, al cerrar una puerta del camino, se le escapó Pirineo. Tuve que galopar muy fuerte con Gassirah, mi yegua árabe, para alcanzarlo y recuperarlo. 

Nuestras yeguas árabes, de la Yeguada La Cañada del Robledo que ahora lleva Mirko Ulram, son uno de los grandes hallazgos para poder hacer la peregrinación a la Meca a caballo por sus capacidades físicas, sobre todo resistencia y su extraordinario carácter.  Tan buenas son nuestras yeguas que Gundo no podía creer que su caballo Pirineo, que ha corrido en raid y que ha atravesado España, no fuera capaz de seguir el ritmo que ellas marcaban después de 10 días de ruta y más de 500 km a sus espaldas. 

En Izoria nos acoge Santiago y su maravillosa familia que nos dejan un precioso caserío vasco donde podemos ducharnos con agua caliente y nos invitan a cenar con ellos. ¡Gora Esukadi!

[Img #5117]Viernes 23 de julio de 2021. Izoria – Elosu (Embalse de Urrúnaga, Álava)

Entre bosques y preciosas formaciones geológicas de muelas no vamos adentrando en una auténtica selva donde no podríamos encontrar la ruta de no ser por la ayuda que Gundo nos ha buscado, jintetes que se turnan para guiarnos acompañándonos por los bosques de Altube. 

Poco a poco vamos dejando atrás las montañas y entrando en tierras más llanas y secas donde cosechan cereal. 

Cerca de Acosta nos recibe Míkel Echeverría quien nos ha buscado un prado cerca del Embalse de Urrúnaga y nos invita a cenar en un restaurante. Míkel es uno de los jinetes que conocí en su parada en Aracena cuando hacía la travesía a caballo de España. 

Por la noche hay una “rebelión” de un grupo de jinetes que cansados, piden un día de descanso. Les razono que ese día de descanso no estaba previsto y que no estamos de turismo, sino de entrenamiento. Son las yeguas, si están cansadas, las que deben marcarnos la parada obligatoria, no los jóvenes jinetes. Resolvemos hacer al día siguiente una etapa más corta, descansar y aprovechar la luna llena para montar. 

[Img #5107]Sábado 24 de julio de 2021. Elosu – Araya (Álava)

Atravesamos junto al embalse de Urrúnaga en nuestra salida desde el prado que Míkel nos había buscado hasta otro embalse, el de Ullívarri-Gamboa. Día maravilloso de temperaturas muy agradables y paisajes bellísimos. 

Como habíamos previsto en la reunión del día anterior, descansamos gran parte de la jornada junto al embalse de Ullívarri-Gamboa hasta las 21:30 de la noche. Comimos bien y también nuestras yeguas. Dormimos la siesta y todos pudimos reponer fuerzas. 

Bajo la luna llena hicimos la segunda parte de la etapa. Seguimos la ruta que teníamos marcada y nos acogió Diego junto a su restaurante Marutegui (lugar de moros, en euskera), un precioso caserío vasco muy cerca de la localidad de Araya. No podía ser casualidad. La segunda parte de esta etapa, al finar larga de 55 km, fue muy emocionante bajo las estrellas y sirvió para recomponer el grupo. 

[Img #5122]Domingo 25 de julio de 2021. Araya (Álava) – Aróstegui (Navarra)

Salimos temprano del restaurante Marutegui en Araya y seguimos las indicaciones de Gundo, que se conoce todo el norte de España por haber hecho muchas rutas a caballo por ahí. 

La jornada es muy larga y agotadora, la etapa más larga del viaje. 67 km

En medio tenemos la visita de Abdelalil Molinero, padre de Umar, uno de nuestros jinetes. En él vamos a tener una asistencia de verdad pues nos buscó un prado muy cerca de Aróstegui y cuando llegamos tenía montadas las tiendas de campaña y preparada la cena. Ese día tomamos consciencia de lo importante que es tener una buena asistencia en el viaje. Mahyar es un chico británico que no habla español y que vino con la condición de solo llevar el coche. Lo hizo perfecto, pero echamos de menos un poco más cuando llegas cansado después de un día largo a caballo. 

[Img #5124]Lunes 26 de julio de 2021. Aróstegui – Roncesvalles (Navarra)

Salimos temprano de Aróstegui, Abdelalil nos ayudó a recoger, lo que facilitó mucho todo. Montamos a buen ritmo trotando cada vez que se puede. Antes del medio día hemos llegado a Zubiri donde paramos para comer en un prado. 

Seguimos el camino señalizado como “Camino de Santiago”, pero a la inversa, ascendiendo entre bosques de robles y hayas por estrechos caminos de montaña. 

El jornada se hace muy dura, con muchos kilómetros -unos 50- y mucha ascensión. 

Cuando estábamos en una llanura entre enormes hayas vimos las señales que nos marcaban la cercanía de Roncesvalles. Apresuramos el paso y nos pusimos a galope. Era media tarde y las terrazas de los bares y restaurantes estaban llenas de gente. Entre las hayas entramos en Roncesvalles galopando y gritando “Allahu Akbar” (Alláh es lo más grande). Nos parecía increíble haber llegado.

Dejamos los caballos pastando detrás del aparcamiento de Roncesvalles mientras nos fuimos a celebrar el logro de haber conseguido nuestro objetivo cenando en Burguete. 

A la 1:00 AM cargamos las yeguas en el camión de Sergio “Chimenea”. Los jinetes tuvimos que hacer de madrugada los más de 1000 km de regreso a Aracena, pero el agotamiento nos obligó a parar para descansar en el coche. Teníamos que llegar a casa antes que el camión para poder descargar las yeguas. Agotados, llegamos a Aracena y descargamos. Todo había salido bien. ¡Alhamdullillah!

[Img #5123]

[Img #5129]Reflexiones después del viaje

Del viaje de entrenamiento hemos aprendido muchas cosas y hemos sido conscientes de muchas cosas que mejorar, como las monturas y sobre todo, los sudaderos. También la importancia de la cohesión del grupo, priorizar la seguridad y respetar las decisiones del líder de la expedición. 

El viaje ha tenido un total de unos 700 km en catorce días, lo que supone una media diaria de unos 50 km. Es demasiado para hacerlo durante meses, pues las yeguas han mostrado cansancio y pérdida de peso. No han llegado al agotamiento, pero esas distancias con tanto desnivel son insostenibles durante siete meses. 

Hay que prevenir rozaduras de las monturas, mejorar el herrado y sobre todo, la asistencia. Las yeguas deben comer bien -ellas han comido mucho verde, alfalfa y raigrás- en este viaje, pero los jinetes no han comido tan bien. Es necesario cocinar, al menos una vez al día. 

Todo es aprendizaje. De eso se trataba. 

Nuestro agradecimiento especial a Mahyar Abderrahim Sajadi y Abdelalil Molinero, que nos han asistido durante el viaje. A Gundo que nos buscó amistades que nos acogieran y nos guiaran, a Fernando, Antonio, Miguel, Diego, Santiago y todos los que nos han ayudado de una u otra forma en este extraordinario viaje. 

Jinetes: Abdelkader Harkassi Aidi, Abderrahim Guemmat Vázquez, Umar Molinero, Thorben Ulram, Mirko Ulram, Abdellah Hernández Mancha. 

Caballos: Hadirah, Pashida, Hilal, Yazirah, Paia, Gassirah. 

Aracena, 9 de febrero de 2024

[Img #5128]

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