Hola amigos y seguidores de nuestro viaje ecuestre. Hoy hemos cumplido 18 días de viaje en 17 etapas. Nos encontramos en Áger (oficialmente y en catalán Àger), un municipio español situado en la comarca de la Noguera, provincia de Lérida, comunidad autónoma de Cataluña. Dentro de un par de días entraremos en Aragón.
Si tenemos que destacar algo de estos últimos días ha sido fundamentalmente la dureza del camino por sus fuertes pendientes, la lluvia que ha hecho presencia todos los días y la belleza abrupta y salvaje del paisaje, donde predominan los bosques de pino y encima, los campos cultivados de trufas, los buitres leonados y las cabras salvajes.
Hemos acabado recorriendo una parte importante de la sierra del Monsec, una cordillera calcárea de unos 40 km de largo y una superficie de 186,96 km², en la provincia catalana de Lérida y la aragonesa de Huesca, en España. Su tramo catalán, que es el que hasta hora hemos recorrido, está protegido por el Plan de Espacios de Interés Natural de la Generalidad de Cataluña desde 1992.
Como continuación a mi última crónica os diré que hemos dormido en Oliana, montando el campamento y el cercado para el ganado en una explanada inmensa situada detrás del restaurante Marisol, aprovecho para dar las gracias a su dueña, Marisol, por su menú exquisito y por lo bien que nos atendió.
El siguiente día hicimos final de etapa en un pequeñísimo pueblo llamado Pallerols. Un pueblo, dependiente de Pons, muy bien conservado con su iglesia, colegiata y pequeño cementerio, su antigua escuela, en la actualidad casa rural, y la casa de Agustín, su único habitante.
Agustín en seguida se interesó por nosotros y nos dio cobijo en su casa. Las vistas desde cualquier punto del pueblo son impresionantes.
El siguiente día llegamos hasta el Coll de Comiols. Una vez allí nos encontramos con unas instalaciones de una antigua gasolinera y un restaurante, todo ello abandonado y parcialmente vallado con un antiguo parque de hierba en muy buen estado para el ganado. Montamos para ellos el cercado eléctrico y nos instalamos bajo el cubierto del antiguo parking.
Habíamos decidido dormir esa noche sin montar ni tienda ni la carpa. Asi que montamos nuestras literas protegidas por el equipo, pero por la tarde nos sorprendió una fuerte tormenta que nos obligó a montar las lonas sobre el cobijo que nos habíamos preparado para evitar que el agua impulsada por el fortísimo viento mojara el saco de dormir.
Al día siguiente seguimos adelante en dirección al Bon Repos, unas instalaciones de la Generalitat que en su momento debieron funcionar como colonia de vacaciones, pero que parecían cerradas desde hace tiempo. El lugar era perfecto para montar el campamento pues había también agua y hierba para el ganado. Pero solo llevábamos recorrido unos 6 kilómetros y había que seguir para delante a lo largo de la Sierra del Montsec hasta 5 kilómetros antes del pueblecito en ruinas de Rubiales. Antes habíamos parado a comer en la fuente de la Figuera, un paraje ideal para repostar agua y darse un pequeño descanso.
Dormimos entre las ruinas de una antigua casa a 1.300 m de altitud, conocida como cabaña del pelegri. Había pasto para el ganado y un pequeño lugar protegido por los antiguos muros de la casa donde montamos la carpa que nos guarneció de la lluvia que empezó a caer por la tarde y siguió toda la noche.
Hoy domingo de resurrección, teníamos una etapa tranquila, en principio, y de unos 20 k hasta llegar a Áger. En el mapa aparecía como un recorrido por pista pero justo antes de llegar a otro pueblecito en ruinas llamado Pedrera de Meià nos encontramos que todo el descenso se realizaba por una antigua senda que descendía casi a pico atravesando laderas de cantaleras con unas pendientes que te erizaban el pelo. No teníamos opción, volver a tras significaba perder dos o tres días, así que decidimos seguir adelante sorteando el peligro y todas las dificultades. Podría decir que ha sido el descenso más peligroso y complicado que hemos realizado hasta ahora.
Afortunadamente, todo fue bien y al llegar a la pista lo celebramos con un fortísimo abrazo. Desde luego se notó que el ganado después de 18 días de viaje está en plena forma. Hoy nos han acogido en su casa de campo dos grandes aficionados a los caballos y la aventura, Carmen y Oscar. Ha sido el día de comer bien, ducharnos, lavar la ropa y descansar en una cama, como las que Dios manda.
Muchas gracias, Carmen y Oscar por vuestra impagable hospitalidad. Además con Oscar hemos trabajado el itinerario para seguir las dos próximas semanas para llegar al puerto de Somport, frontera con Francia.
Agradecimientos:
Alcalde de Cambrils, Albert Soler por facilitarnos el polideportivo para dormir.
A Agustín de Pallerols por su hospitalidad.
A Carmen y Oscar de Áger también por si hospitalidad y buenos consejos para seguir adelante.
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