Durante el viaje en el verano de 2022 sufrimos un calor y una sequía extrema. El verano de 2023 comenzó con una situación similar de olas de calor y sequía que nos desalentaron para salir en esas condiciones tan desfavorables, no sólo por el sufrimiento para los jinetes, sino sobre todo de las yeguas. La dificultad para cuadrar fechas entre los jinetes y la falta de financiación externa, todo nos lo volvíamos a pagar los jinetes, hacían difícil salir en julio de 2023. Pero el hecho de que me nombraron miembro de un tribunal de oposiciones de secundaria canceló definitivamente la opción de salir en el verano de 2023. Desde el principio habíamos barajado la posibilidad de hacer una ruta en invierno para poner a prueba el rendimiento de los caballos y la organización y equipo necesarios para afrontar condiciones meteorológicas propias del invierno, puesto que las del verano ya las habíamos experimentado con creces.
Así pues, decidimos organizar el viaje de entrenamiento coincidiendo con las vacaciones de Navidad. Somos musulmanes y no nos importa estar fuera en esas fechas que, por otro lado, solemos aprovechar para viajar, normalmente en familia. Pero no tenemos otra opción si queremos probar una ruta en invierno.
Teniendo en cuenta que durante el invierno las temperaturas son más suaves en Andalucía que en el norte de España, decidimos atravesar toda Andalucía de oeste a este. De ese modo también ahorraríamos en gastos en el transporte de los caballos desde nuestra casa y en el regreso.
Granada es un lugar muy simbólico para los musulmanes. Fue la última ciudad en la que hubo un gobierno islámico hasta el 2 de enero de 1492. Nuestra llegada casi coincidirá con el aniversario de esa fecha. No queremos crear controversia ni vamos a recuperar Al-Andalus, pero nos hace ilusión llegar hasta el Albayzín y hasta la mezquita de Granada a caballo ataviados a la andalusí.
Lunes 25 de diciembre de 2023. Jabuguillo (Huelva) – Santa Olalla del Cala (Huelva)
Después de preparar el equipaje y las monturas salimos de Jabuguillo bastante tarde pues son las 10:00. Desde luego no vamos a tener los problemas de calor que hemos tenido en verano si no madrugamos. Al revés, nos evitaremos las horas de más frío saliendo un poco más tarde. El problema en estas fechas es que el sol se pone antes y debe darnos tiempo a llegar antes de que oscurezca para montar el campamento.
Mi mujer Aqila grabó la salida. Es la primera vez que tenemos un reportaje “profesional” de la salida y llegada de la ruta.
En el entrenamiento de este año se nos unen Mohammed Mesbahi y Muyahid Espino, además tenemos la alegría de que Umar Molinero vuelve a hacer una ruta con nosotros montando a Hilal. El joven Ismail González prosigue sus estudios muy lejos y no nos puede acompañar.
Al kilómetro de salir de mi casa, en las orillas del río Odiel, la hierba está blanca por la helada nocturna pero a medida que iba avanzando el día la temperatura era agradable y sobraba la ropa.
En el cruce de la vía pecuaria con la carretera N-433 por el paraje de Santa Marina tuvimos un pequeño susto: había traído a Samún, un perro de raza saluki -galgo árabe- que quise amarrar para cruzar la carretera, pero la cuerda se enredó con las patas de la yegua, al perro se le quitó el collar y quedó suelto en medio de la carretera con un tráfico moderado. El recorrido por la carretera fueron solo 500 metros, pero fue de un miedo terrible a que sucediera un accidente en el primer día, como nos había pasado en años anteriores. Afortunadamente pasamos al otro lado de la vía pecuaria y Samún nos siguió sin ningún percance. ¡Alhamdullillah!
En Higuera de la Sierra nos encontramos a un antiguo alumno, Antonio Jesús Macías, que nos hizo una foto de grupo. Seguimos por el carril blanco hasta la Estación de la Junta y desde allí hasta la antigua estación del ferrocarril minero de Zufre, que normalmente debía estar sumergida bajo las aguas del Embalse de Zufre pero que debido a la sequía nos permitió cruzar bellísimos parajes en línea recta. Seguimos el trazado del antiguo ferrocarril minero que iba desde las minas de Cala hasta San Juan de Aznalfarache en Sevilla. En este tramo, casualmente nos encontramos en la abandonada trinchera del ferrocarril a José Luis Parada, matador de toros de primera fila en las décadas de 1970 y 1980. Después de las lluvias de otoño el paisaje estaba bellísimo y en el fondo del valle brillaba la hierba verde que la retirada de las aguas del embalse por la sequía había permitido crecer.
Paramos a comer un bocadillo junto a las ruinas de la estación de Zufre, hasta donde vino Magdalena Haumann, la pareja de Thorben y nuestra asistencia este año con el coche de apoyo y el remolque de caballos.
El primer día de ruta había sido maravilloso, los caballos fuertes y la ruta entre verdes dehesas del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche preciosa. Etapa de unos 40 km sin mucho desnivel.
Solo tuvimos unos pocos kilómetros de carretera poco transitada al llegar a Santa Olalla. No había más remedio, pero fue algo leve.
La llegada a Santa Olalla del Cala fue al caer la tarde. Ángel Fernández-Batanero, antiguo compañero en la enseñanza de adultos nos tenía reservado un alojamiento extraordinario para los caballos y los jinetes: el castillo de Santa Olalla, un paraje bellísimo en lo más alto del pueblo, con el patio de armas cerrado y cubierto de vegetación verde donde podrían pastar las yeguas y descansar toda la noche sin mayor preocupación. Únicamente teníamos que traerles agua.
Como en previsión de las bajas temperaturas hemos mandado hacer a un herrero de Aracena una especie de brasero con patas y rejilla estilo barbacoa, podemos calentarnos y cocinar sin ensuciar el castillo. En las estancias superiores del castillo, bajo techo aunque con ventanas tipo aspilleras, podemos dormir incluso separados para no soportar los ronquidos de los compañeros. Todo un lujo.
Magdalena nos hizo un guiso calentito que nos supo a gloria en una noche fría. La parejita de Thorben y Magdalena son un fichaje genial. Vamos a hacer todo lo posible para que vengan al viaje del Hajj. Quizás durante el viaje vean la luz del Din. Insha´Allah.
Mientras conciliaba el sueño y recordaba a mi familia en día tan señalado, me preguntaba ¿cuántos años debe hacer que no dormían en este castillo un grupo de jinetes con sus caballos? ¿Quizás desde la Guerra Civil?, ¿tal vez desde la Guerra de la Independencia? ¿Y cuántos años hará que no hacen el salat en este castillo un grupo de musulmanes?
Martes 26 de diciembre de 2023. Santa Olalla del Cala – Embalse de Melonares (Sevilla)
Dejamos el castillo de Santa Olalla del Cala y descendemos por las calles del pueblo hasta coger la “calleja” que nos coloca en el camino de El Real de la Jara. Cuando íbamos saliendo del pueblo por la gasolinera escuchamos unos gritos que nos llaman: es Ángel Fernández-Batanero, el amigo que nos facilitó las gestiones con el ayuntamiento de Santa Olalla para alojarnos en el castillo y al que no habíamos visto por encontrarse en la tradicional reunión de navidad. Nos saludamos y nos hacemos una foto con él.
Nada más salir de Santa Olalla del Cala el campo está completamente helado. Las temperaturas son muy bajas y a la sombra todo permanece congelado hasta medio día. En algunos puntos la helada parece un paisaje de película. También las charcas donde los cerdos ibéricos se bañan y desparasitan están completamente congeladas, incluso balsas grandes para abrevar vacas.
El paisaje entre Santa Olalla y El Real de la Jara está compuesto por bolas de granito tipo berrocal en medio de viejas dehesas de encinas centenarias. Un paisaje que se ha debido mantener inalterado durante siglos y quizás milenios. Es un encinar denso y lleno de vida a pesar de la helada mañana.
En El Real de la Jara nos recibió mi compañero en el instituto de Aracena Juan Carlos Trejo, un profesor veinteañero con sus oposiciones recién aprobadas, lo que hace que me refleje en él algunas décadas atrás. Este es su pueblo y su hermano el alcalde. Con Juan Carlos he hecho este año un viaje de estudios con los alumnos del instituto a la Laguna Negra y a Ordesa en el Pirineo. El último de mis viajes de estudios en activo. Nos hicimos una foto con él, con su novia y con Kevin, otro joven profesor norteamericano que está en el instituto de Aracena como lector de inglés. En la calle compramos unos plátanos y mandarinas a un vendedor ambulante y seguimos la ruta, no podemos parar porque el día es corto.
Gran parte de la ruta entre paredes de piedra está publicitada como “Camino de Santiago”, pero estoy convencido que en la Edad Media, cuando estas tierras eran Al-Andalus no había ni un solo peregrino que fuese por aquí hasta Santiago de Compostela. Sí nos encontramos a solitarios caminantes, turistas extranjeros en su mayoría, que seguían la ruta marcada en dirección contraria a la nuestra.
Desde Almadén de la Plata nos acompaña Samún, el saluki que me traje a la ruta. También me traje a Dosplumas, un halcón sacre con el que cazo liebres y que no quería parar por hacer la ruta. Pero Dosplumas va en el coche haciendo compañía a Magdalena.
A lo largo del segundo día Umar Molinero muestra signos de superar la gripe que le tenía enfermo días antes de salir, por lo que fue duda para este viaje hasta el final. En realidad casi todos veníamos algo resfriados, pero con la emoción y las ganas, se nos ha ido pasando a todos.
La mayor parte del recorrido de hoy ha sido por una pista recién reparada que nos lleva hasta el Embalse de Melonares, por lo que avanzamos de prisa.
A las 5:00 PM paramos en un cortijo para preguntar dónde podíamos acampar. Dos trabajadores de la finca nos indicaron un lugar a orillas del pantano. Se trataba de un cortijo en ruinas seguramente expropiado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir tras la construcción del Embalse de Melonares sobre el río Viar.
Colocamos la cinta y el pastor eléctrico para los caballos y unos toldos apoyados sobre el muro del cortijo para cubrirnos nosotros durante la noche sin tener que montar la enorme tienda de campaña que este año hemos comprado de segunda mano.
Como cada noche, Magdalena prepara un guiso caliente y nos calentamos al borde de una gran fogata. El lugar podría parecer una escombrera, pero en realidad es un lugar maravilloso. En medio de la noche apareció una gineta, que es un mamífero salvaje parecido a un gato para comerse el pienso que había dejado el perro a unos diez metros de donde estábamos. Una imagen furtiva de naturaleza salvaje.
Miércoles 27 de diciembre de 2023. Embalse de Melonares – Villanueva del Río y Minas (Sevilla)
La mañana junto al Embalse de Melonares ha sido gélida y todo amanece congelado. Pero este año hemos organizado muy bien las tareas y Muyahid Espino cumple con creces su cometido que es encargarse de la hoguera. Antes de que nos levantemos los demás, Muyahid tiene ya encendida la lumbre. Apenas saltamos del saco de dormir, vamos a calentarnos y no sentimos especialmente frío. Yo al menos, que llevo un saco de dormir “Altus Groenlandia” especificado para -6º con “conford”.
Atravesamos el embalse a través de un puente y comenzamos a subir por la ladera opuesta. El campo estaba congelado en gran parte del recorrido.
En las partes altas de la zona de Sierra Morena por donde avanzamos encontramos fincas con yeguas sueltas, pero no tuvimos problemas en echarlas. Eran dehesas preciosas muy bien conservadas donde la naturaleza se mantiene casi inalterada y donde es difícil encontrar la huella del ser humano. En la finca Las Jarillas, dehesa modélica por su estado de conservación, Samún correteó un grupo de ciervas. Al poco llegó un guarda que nos saludó e indicó el camino. Menos mal que no vio la carrera del saluki.
Cuando estábamos muy cerca de El Pedroso paramos a comer y dejamos a las yeguas en un herbazal con el pastor eléctrico. Después de la comida y en previsión de carreteras peligrosas, Samún se va en el coche con Magdalena. Lástima por él y su afición a cazar porque poco después atravesamos unas vías de ferrocarril llenas de conejos donde a buen seguro se lo hubiese pasado muy bien.
El día ha sido largo y con bastante desnivel. Hemos hecho 51 km con bastantes tramos a trote y galope, algo que pedían con insistencia Muyahid Espino y Mohammed Mesbahi. Yo era reticente porque sé que nos queda un largo viaje y las yeguas no son máquinas.
En mi caso voy montando a la joven Farida, una potra nacida en mi casa que va a hacer cinco años en primavera y que cada día va mejor. Si el primer día parecía que se quedaba atrás, ya va delante con el caballo de Mohammed Mesbahi, un caballo árabe excepcionalmente grande que Mohammed ha buscado para que soporte su gran tamaño y peso, pues es el jinete más pesado con más de 100 kg.
Acampamos junto al arroyo en las afueras del pueblo de Villanueva del Río y Minas bastante cerca de un enorme puente de ferrocarril.
Jueves 28 de diciembre de 2023. Villanueva del Río y Minas – La Campana (Sevilla)
La noche ha sido un poco molesta por culpa del ferrocarril que ha pasado repetidamente sobre nuestras cabezas. Hemos montado la tienda de campaña y hay que desmontarla y recoger. Hace menos frío que en días anteriores, no hiela, pero sí que está fresca la mañana.
Salimos atravesando el pueblo y entrando en tierras llanas donde predominan cultivos de naranjos. Cruzamos el río Guadalquivir y la autovía por una carretera secundaria. Menos mal que no ha venido Samún porque hemos pasado travesías peligrosas.
Cuando tomamos la vía pecuaria el terreno es prácticamente llano y muy favorable para avanzar. Trotamos mucho rato. Pero mi vieja montura Zaldi Marcha, de más de 30 años y empleada sobre diferentes caballos en muchos miles de kilómetros, tengo un percance: se rompe el enganche del ación del estribo. Es una secuela del destrozo que sufrió en el verano de 2022 cuando Gassirah se cayó en el primer día de ruta en Descargamaría.
La alternativa a ir sin un estribo es ir andando, así que voy andando durante bastantes kilómetros. No me gusta en absoluto ir con un solo estribo.
Afortunadamente Mohammed Mesbahi es un tipo apañado y en un bazar chino del pueblo compra tornillos y unas chapas con las que arreglará al día siguiente la montura.
Acampamos en la vía pecuaria de La Campana donde está el coto Las Castoras en el que he cazado liebres durante una década con mis buenos amigos Antonio Burrero o Cristóbal Vega y donde mi mujer Aqila ha venido muchas veces acompañándome cuando había muchas liebres, por lo que he recorrido aquellos campos muchas veces y tengo muy bonitos recuerdos de aquel lugar.
En la vía pecuaria hay algunas encinas no muy grandes y muchos palmitos entre fincas de olivares tradicionales y campos de cereal con el trigo nacido a un palmo del suelo.
En esta jornada Umar Molinero se queda en un bar de La Campana para trabajar algo de su empresa y reponerse de la absurda caída que tuvo el día anterior al soltar las riendas de Hilal, por lo que tenemos que llevar a Hilal suelto o de cabestro. También vino durante la ruta Samún que nos divirtió cazando un enorme gallo a la salida de Villanueva del Río y Minas y que correteó algunos conejos entre los palmitos de la vía pecuaria.
Montar el campamento nos ha retrasado y el día ha estado fresco. El anhelado guiso de Magdalena no estuvo listo hasta las 19:00 cuando era noche cerrada. Creo que he cogido frío en la espalda que me provoca un poco de lumbalgia.
La Guardia Civil ha pasado de noche al lado de nuestro campamento y ni siquiera ha parado. No parece que les preocupe que acampemos aquí. Desde luego no es un lugar turístico.
La jornada ha sido moderadamente larga con unos 45 km. Vamos muy cerca de las previsiones iniciales, si acaso con un leve retraso de unos 15 km.
Viernes 29 de diciembre 2023. La Campana – Cerca de La Luisiana (Sevilla)
Desmontamos el campamento en la vía pecuaria, donde el guarda del coto nos ha tratado con mucha amabilidad diciéndonos que le llamásemos si necesitábamos algo. Salimos andando en una mañana fría para que los caballos calienten antes de subir a las monturas. Seguimos toda la vía pecuaria del Coto las Castoras donde revivo escenas de caza que me emocionan, muchas de ellas con la compañía de mi mujer. Al final nos desviamos por un camino marcado en el GPS que no podemos atravesar: hoy hay ahí una enorme central de energía eléctrica con un gigantesco receptor de rayos solares por parte de los espejos que cubren una extraordinaria superficie. En seguida viene en un todo terreno pickup el guarda de la central eléctrica solar para decirnos que no podemos pasar por ahí y que debemos dar un rodeo. Tenemos que seguir la vía pecuaria hasta una fuente seca y un enorme eucalipto llamado La Madre.
La jornada es fría y algunos caballos tienen pequeñas rozaduras. De nuevo las monturas y los sudaderos son la asignatura pendiente. Decidimos parar a las 12:00 del medio día. La jornada va a ser más corta de lo habitual con poco más de 20 km. El sol no ha aparecido en el horizonte y he ido algo desabrigado o he desayunado poco, el caso es que iba temblando de frío.
Samún se ha quedado con Magdalena que nos está haciendo una asistencia magnífica.
Por la tarde Magdalena y yo nos quedamos en el campamento que vamos a instalar en la vía pecuaria mientras los demás van al pueblo a comprar o tomar café. Aprovecho para descansar al lado del fuego reconfortante. Dormía una siesta reponedora hasta que una pavesa encendida me cayó en la cara y me despertó con un sobresalto. Otras pavesas del fuego arrojadas por el viento cayeron en la silla plegable del Decathlon que nos prestó Yahia Gil y que les hizo unos pequeños agujeritos…
Como hemos parado pronto, el día ha dado para hacer más cosas. Hoy voy a entrenar a mi halcón sacre Dosplumas para que mantenga la forma física. Después montamos la tienda de campaña y junto a la lumbre cenamos y nos acostamos. El campamento está en la vía pecuaria que nos ha traído hasta aquí siguiendo el cruce del enorme eucalipto La Madre. Junto a donde estamos hay una casa y un hombre jubilado que da de comer a las gallinas y demás animales que tiene como entretenimiento. Nos da para la lumbre leña de una enorme yuca, una planta americana de jardín cuyo tronco no arde de ningún modo, pero menos aún estando verde. Afortunadamente un vendaval había tumbado un pino piñonero cuyas ramas y piñas nos calientan esa noche y la mañana siguiente.
Sábado 30 de diciembre de 2023. Cerca de la Luisiana – Hacienda Parchilena situada entre Marinaleda y Herrera (Sevilla)
Seguimos por vías pecuarias franqueadas por infinitos olivares en lomas casi llanas. Cada vez se hace más frecuente ver olivares intensivos en setos. En los pocos olivares tradicionales que quedan se está cogiendo la aceituna con extensas redes colocadas en el suelo denominadas “mantas”. La mano de obra que realiza este penoso trabajo no es española, sino mujeres rumanas. Cuando hablamos con los encargados, estos sí son españoles, nos dicen que no hay mano de obra española disponible para estas labores.
Al intentar atrochar por un campo arado sin sembrar, el caballo de Mohammed Mesbahi se tuerce una mano. No sabemos exactamente qué ha sido, pero enseguida muestra una ostentosa cojera. No puede seguir, es evidente. Quizás se junten el gran esfuerzo realizado, el peso del jinete y el terreno blando donde ha debido apoyar mal.
A lo largo del día hemos avanzado mucho al trote y galope. También Hilal y Gassirah muestran signos de dolor en la espalda. De nuevo las malditas monturas y sudaderos les hacen daño. Es necesario invertir en buenas monturas y sudaderos para hacer el viaje del Hajj. Y es necesario cuidar los caballos para llegar a Granada.
La travesía de Marinaleda ha sido una curiosa experiencia. A diferencia de los demás pueblos, aquí apenas hay coches. Tal vez un pequeño Dacia. No se ven cadenas de supermercados -no los hay-, ni una bandera de España o de Europa en el pueblo. No hay cartelería alusiva a subvenciones o ayudas de la Unión Europea como en los demás pueblos. Tampoco se ve ningún cartel de la Junta de Andalucía. Ni siquiera en el pabellón deportivo “Che Guevara”. En todo el pueblo parece haber gran afición por los grafittis, pues todos los muros están pintados con eslóganes que llaman a la consciencia social. Sin embargo, la consciencia ecológica parece no existir. O quizás es que no tienen consorciado el sistema de recogida de basuras o de enseres. Pero los alrededores del pueblo están llenos de basuras y objetos arrojados sin control lo que da imagen de suciedad e inmundicia tercermundista. Pregunté por su histórico alcalde Juan Manuel Sánchez Gordillo, pero nos dijeron que estaba enfermo y retirado. Me hubiera gustado conocerle y charlar con él. Algunos vecinos nos contaros otras singularidades de Marinaleda como la facilidad de acceso a la vivienda gracias a un sistema social de autoconstrucción -sin hipotecas-, los trabajos comunitarios los domingos y por ejemplo, el calendario festivo, que nada tiene que ver con el calendario religioso sino con “festividades comunistas”. También nos contaron que en el pueblo no hay ni drogas ni policía. Un caso peculiar de gobierno municipal que tiene sus apoyos y sus detractores.
El último tramo lo han hecho Hilal y Thor, el caballo de Mohammed Mesbahi subidos en el remolque de caballos que trae el coche de asistencia conducido por Magdalena.
Nos quedamos a dormir en el patio de un enorme y antiguo cortijo andaluz llamado Hacienda Parchilena que a diferencia de los muchos cortijos andaluces en ruinas que hemos ido encontrando por el camino, este se encuentra muy bien conservado y en su amplio interior se celebran bodas y eventos.
Hoy 30 de diciembre ha sido el cumpleaños de mi sobrina Elisa con la que he hablado de las impresiones recibidas por la singularidad socioeconómica de Marinaleda.
La cena preparada por Magdalena ha sido reponedora y riquísima. ¡Menudo fichaje! De ahí saco varias conclusiones: montar a caballo con mucho frío sin estar bien abrigado da dolor de espalda. Pero comiendo bien y descansando se llega al fin del mundo, siempre que no se machaque a los caballos en exceso.
Junto al cortijo suelto un conejo vivo a mi halcón Dosplumas. Es el último que me queda como provisión para el camino.
Domingo 31 de diciembre de 2023. Hacienda Parchilena – Cortijo Serafina en Alameda (Málaga)
Arranca la mañana con cierta tristeza por dejar atrás a dos jinetes: Mohammed, y Umar que irán en coche con Magdalena. Intentamos no machar en exceso a los caballos que muestran alguna evidencia de lesión. Para eso llevamos este año el remolque de caballos todo el camino con nosotros, una gran ventaja que nunca habíamos tenido puesto que en el verano de 2022 se quedó casi siempre en algún punto aparcado y no nos acompañó.
También Gassirah está tocada en la espalda con una pequeña herida producida por la montura o el sudadero. Para no agravar su estado decidimos ir a pie durante gran parte del día, lo que resulta agotador. Hemos hecho casi 30 km andando. Finalmente hemos decidido volver a montar puesto que Abdelqader tiene ampollas en los pies.
Hemos entrado en la provincia de Málaga entre un mar de olivos. No hemos visto otro paisaje en todo el día que no fueran olivares y más olivares. En el bonito pueblo de Alameda hemos hecho una parada para tomar café. Desde ahí hasta el lugar de acampada hemos ido casi todo el tiempo andando en una larguísima caminata que se nos ha hecho eterna, por lo que hemos llegado de noche y muy cansados después de una jornada de más de 45 km.
Estamos en los exteriores del cortijo donde un perro amarrado a una cadena no deja de ladrarnos. La noche es fría y se extiende la niebla. A las 23:00 ya se han ido todos a dormir. Ninguno quiere quedarse a celebrar el Año Nuevo. Al parecer ninguno de ellos tiene la tradición popular española de comerse las uvas al ritmo de las campanadas. Magdalena, muy amablemente como siempre, me ha comprado uvas.
Cuando son las 00:00 del 1º de enero de 2024 hago una video conferencia con mi mujer y mis hijas y nos comemos las uvas al compás de las campanadas retransmitidas por televisión. Es la primera vez que celebro el Año Nuevo separado de mis familiares. Afortunadamente hay cobertura para el teléfono móvil y puedo comunicar también con mi madre, mis hijos y mis hermanos. En cuanto acaba la comunicación con ellos me voy a dormir agotado.
Lunes 1 de enero de 2024. Cortijo Serafina (Málaga) – Cuesta La Palma (Granada)
Invariablemente el despertador suena a las 7:00 cuando aún es de noche. Estoy más cansado por no haber dormido bien que por los kilómetros de ruta.
En el desayuno comentamos que hay previsión de lluvia para el día 4 de enero en Granada. Deberíamos llegar hasta nuestro destino en dos días para evitar mojarnos, lo que es especialmente desagradable montando a caballo y puede agravar lesiones de las monturas. En todo caso no quiero que los caballos sufran más de la cuenta. Si no se llega, no se llega.
Precisamente para evitar daños mayores a Gassirah hoy tampoco ha montado Muyahid Espino. Tristemente empezamos el año con solo tres jinetes en ruta. No tiene Gassirah aspecto de estar cansada ni tampoco cojea, pero sí muestra exceso de sensibilidad en el lomo, resultado de una montura que apoya mal en su espalda. Preferimos reservarla y la llevamos de cabestro porque el remolque de caballos está ocupado con Thor, el caballo de Mohammed y con Hilal.
El campamento del Cortijo Serafina lo recogen nuestros compañeros que directamente llevan a los caballos lesionados Thor Mir y Hilal a la Alquería de la Mezquita de Granada en el Parque de Cubillas.
El recorrido del día ha sido muy conservador, unos 40 km al paso o con el jinete directamente andando lo que nos tiene los pies destrozados a Abdelqader y a mi. Está claro que las botas de montar no están hechas para andar.
Llegamos casi de noche al lugar de acampada en un camino que se retuerce, sube y baja entre paisajes de olivos y encinas, pero donde ya no se ve ni brizna de hierba verde. Poco a poco los paisajes van haciéndose más secos y amarillentos.
Nuestros asistentes han encontrado una pequeña depresión donde poder acampar junto a un arroyo que lleva un agua aparentemente limpia. El lugar es tranquilo y apacible, pero el frío atenaza nuestros cuerpos. Esa será la noche más fría del viaje
Martes 2 de enero de 2024. Cuesta La Palma (Granada) – Alquería del Parque de Cubillas (Granada)
Amanece con temperaturas gélidas de unos -5º. Todo está congelado, incluso la vajilla que se fregó la noche anterior ha amanecida hecha un bloque de hielo y no se pueden separar los platos y demás componentes necesarios para desayunar. Todo está congelado, también el techo de la tienda de campaña. Afortunadamente Muyahid ha encendido una gran hoguera como cada día antes de que nos levantásemos y pasamos corriendo del saco de dormir a la lumbre.
Un elemento que no conocíamos y con el que no contábamos era que las yeguas no descansan y no se reponen por completo con temperaturas muy bajas. Parece obvio que su metabolismo gasta muchas energías en calentar el cuerpo y eso les impide reponer las fuerzas gastadas en la ruta. Solo hemos traído una manta de caballo para cubrirles por la noche, pero hace falta una para cada caballo. Incluso algunas yeguas están temblando de frío. No puede ser que no recuperen.
Atravesamos el pequeño pueblo de Cuesta La Palma y nos dirigimos a Granada en paralelo a la autovía. Parece que el camino más recto hacia nuestro destino es la vía de servicio de la autovía que, a tramos, desaparece y tenemos que meternos por barrancos y olivares para poder seguir el trazado marcado. En algunos puntos seguir se convierte en una odisea porque la vía de servicio, generalmente una pista de tierra, lleva únicamente a las fincas pero no tiene continuidad siguiendo al autovía y el relieve, cada vez más accidentado en las cercanías de Sierra Nevada, tiene barrancos difíciles de pasar. Estas dificultades nos retrasan mucho y tenemos prisa por llegar a la Alquería, no solo porque se nos haga de noche, sino porque hay previsiones de fuertes lluvias para el día cuatro de enero, justo el día de nuestra llegada a Granada que puede quedar muy deslucida bajo la lluvia.
No vemos otro remedio que cruzar el casco urbano de Loja, pero su travesía nos ha retrasado mucho. No imaginaba que fuera un municipio tan grande y extenso. Nos gustó su ubicación y los monumentos de la ciudad. A la salida de Loja Thorben no ha querido esperar más y ha subido al remolque su caballo mientras Abdelqader y yo seguíamos montados hasta el yacimiento arqueológico de Salar. En el remolque solo caben dos caballos. Antes de que se hiciese de noche por carreteras desconocidas de incierto trazado, hemos montado a nuestras yeguas en el remolque hasta la Alquería. La proximidad de la ciudad de Granada y los múltiples núcleos de población que la rodean no son ciertamente adecuados de recorrer de noche. No podemos correr riesgos y queda muy poco hasta Granada. Es la única ocasión que llevamos las yeguas un tramo en el remolque, pero no hay más remedio y son muy pocos kilómetros.
Mientras esperamos a que llegue Magdalena con el remolque, me da tiempo de escribir un poema en castúo, el dialecto extremeño:
Las nuestras bestias
Tienin que estal muertas de tantu andal
Desdi que salimus del pueblu agila, agila
Pa no paral
Mus vieni siguiendo la sumbra
Se mus cai la nochi
Tenemus quasi jechu el día
Y tiritamus de frío de no jamal.
No ti quejis
¿O prejieris la tiritanga a la jumaranga?
Los que no quison venil, no vinierun
Con qui “sarna con gustu, no pica”.
¡Quéate ahí juntu al regatu,
Que mus vamus a echal en el jaral.
Pan tostau y quesu de cabra pa cenal.
En la nochi
Las estrellas nos mirarán soñal.
El amable poeta y editor Ramón Yanes me había pedido un poema en castúo para una publicación en diferentes lenguas del estado español. Lo escribí, pero el fin del trimestre en el trabajo hizo que se me olvidase enviárselo. Me había comprometido y me insistió, así que tuve que improvisar este otro en el rato de espera.
En la Alquería del Parque de Cubillas nos reciben Umar del Pozo y su esposa Fátima que nos alojan y nos invitan a cenar a todos los componentes del proyecto. Para nuestra sorpresa están esperándonos Mohammed Tamimi -que se casará en febrero-, Ayman Harkassi -hermano de Abdelqader- y el simpático Naif. Podemos ducharnos y descansar en camas, lo que no hemos hecho desde que salimos.
Miércoles 3 de enero de 2024. Alquería del Parque de Cubillas – Barrio del Albayzín de Granada
Tal día como hoy hace 532 años el último rey musulmán de Granada Abú Abdallah Muhammad ibn Ali, Boabdil Al Zugabi (El Desdichado) abandonaba la ciudad de Granada con una corte que lo acompañó hasta las Alpujarras. Hoy somos nosotros los que llegamos a Granada y tres de los miembros de nuestra expedición también seguirán -en coche- hasta las Alpujarras.
Amanece una fría mañana en la Alquería propiedad de la Mezquita de Granada donde hemos descansado como ningún día. Hacemos la oración de la mañana y desayunamos.
Hoy preparamos nuestra llegada a Granada. Magdalena llevará en el coche de asistencia nuestras vestimentas andalusíes.
Salimos cuatro jinetes: Thorben Ulram, Muyahid Espino, Abdelqader Harkassi y yo, Abdellah Hernández Mancha. Estamos más nerviosos de lo habitual. Atravesamos a primera hora calles desiertas, parques y jardines de Albolote pero poco a poco la ciudad cobra vida y surgen las protestas de Muyahid que se queja de la marcha “entre tanto coche”. Abdelqader y yo estábamos nerviosos de escuchar sus quejas y decir “es mejor por aquí o por allí”. Muyahid monta a Gassirah muy recuperada, lo que muestra la importancia de llevar yeguas de repuesto y el remolque de caballos para la realización del viaje de peregrinación a La Meca.
Cuando llegamos a medio día a Haza Grande paramos para vestirnos “a la andalusí”. El pobre de Ayman Harkassi no parece que hubiera dormido por haberle dejado la responsabilidad de quedarse el halcón en el coche y traérmelo para la ocasión de la llegada al Albayzín. Desde aquí le pido disculpas por haberle hecho sentir responsable.
Aqila había llamado a Canal Sur para informarles del evento de nuestra llegada a caballo a Granada desde Aracena y se presentaron para grabarnos. Los periodistas de Canal Sur nos esperaban en el Mirador de San Nicolás, pero las vestimentas con las que ataviarnos no llegaban. Cuando por fin llegó el coche de asistencia con Magdalena y Mohammed Mesbahi pudimos vestirnos y acabar el último tramo de nuestro viaje por las calles de Granada con mi halcón sacre Dosplumas en el guante.
Hicimos una entrada triunfal en el Albayzín. Era medio día y las terrazas de los bares estaban a rebosar de turistas que no paraban de hacernos fotos y grabarnos. También los de Canal Sur siguieron nuestro recorrido por las empedradas calles cargadas de historia. Quizás haga muchos siglos que unos musulmanes a caballo no recorren esas calles. Y quizás haga más años aún que no hay un musulmán con un halcón en su puño en este barrio “de los halconeros”, que es el significado en árabe de Albayzín.
La llegada al mirador de San Nicolás fue apoteósica. Incluso perturbamos a los grupos que cantaban flamenco para los turistas y comenzaron a cantarnos a nosotros. Allí estaban Mohammed Mesbahi y Mohammed Tamimi acompañándonos y ayudando a abrirnos paso entre la multitud de turistas que hacían fotos.
Después de inmortalizar nuestra llegada al Albayzín con imágenes tomadas frente al palacio de la Alhambra, continuamos hasta la cercana Mezquita del Albayzín donde concluyó nuestro viaje de invierno. Allí nos bajamos y dimos por acabada la ruta de entrenamiento de invierno. Entramos a la mezquita donde también se inmortalizó el momento en fotos y grabaciones de los periodistas de Canal Sur. Nos invitaron a tomar té y pastas. Después hicimos la oración de la tarde en la mezquita agradeciendo a Allah y a todos los que nos han ayudado para poder concluir nuestro viaje. ¡Alhamdullillah!
Cuando salimos de la mezquita nos estaba esperando Aqila con Magdalena que, pacientemente, se había quedado sujetando los caballos. Regresamos a pie desprovistos ya de las vestimentas andalusíes hasta el Haza Grande donde embarcamos los seis caballos en el camión de Sergio “Chimenea” que nos estaba esperando en la explanada grande para montarlos. Allí nos despedimos los componentes de la expedición del tercer viaje de entrenamiento para la peregrinación a La Meca.
Volvimos a Aracena en el coche con Aqila solo dos: Mohammed Mesbahi y yo. Magdalena y Thorben se llevaron a Muyahid a las Alpujarras donde viven los tres, mientras que Abdelqader se quedó un día más en Granada con su tío que le vino a recoger.
Como reflexión final del viaje de invierno, remarcar como un grave errore la mala calidad de algunas monturas y sudaderos que, nuevamente, han dañado las espaldas de los caballos. Ello se ha debido, lógicamente, a la falta de financiación y de recursos económicos. Pero en general, ha sido el viaje mejor organizado y llevado a la práctica de los tres realizados. Una buena parte del éxito del viaje ha sido la presencia de Magdalena que, a pesar de su juventud, tiene una mente extraordinariamente ordenada lo que se refleja en todo lo que hace: la comida, la recogida del material, la búsqueda diaria de lugares donde almorzar o acampar, la organización de las cosas y por supuesto, en la serena conducción del coche con el remolque de caballos. ¡Ah! Y en la contabilidad del viaje, pues Magdalena era la que hacía las compras de forma magistral, como una abuela antigua a la que, aunque con pocos recursos, nos hizo comer muy bien y hasta le sobró dinero.
El brasero hecho por el herrero, la gran tienda de campaña, los sacos de dormir calentitos, el pastor eléctrico con los hincos, los capachos para la comida, la cocina y enseres de ajuar, han sido grandes avances que nos han facilitado las cosas y nos han aportado comodidad en condiciones meteorológicas que nos podían haber hecho sufrir.
Francamente me gustaría que los seis jinetes -y Magdalena- que hemos realizado este tercer viaje de entrenamiento fuésemos al viaje definitivo de peregrinación a caballo hasta La Meca, además de los demás que han venido en años anteriores y que más tarde no han podido continuar.
El balance ha sido muy positivo, la ruta muy bonita en invierno, la elección de la fecha muy adecuada, las condiciones meteorológicas muy buenas siendo invierno -no nos ha llovido- y la llegada a Granada ha resultado apoteósica y muy emocionante, irrepetible.
Las alabanzas para Allah.
Y todas las alabanzas son para Allah, por cuyo halago
alcanza quien tiene un propósito la perfecta realización de su intención
Epílogo:
Términos municipales recorridos:
1ª Etapa: Aracena, Higuera de la Sierra, Zufre, Santa Olalla del Cala
2ª Etapa: El Real de la Jara, Almadén de la Plata, Castilblanco de los Arroyos, Villanueva del Río y Minas, Villaverde del Río
3ª Etapa: Alcolea del Río, Lora del Río, La Campana
4ª Etapa: La Luisiana, Villanueva del Rey
5ª Etapa: Écija, El Rubio, Estepa, Herrera
6ª Etapa: La Roda de Andalucía, Alameda
7ª Etapa: Villanueva de Algaidas, Villanueva de Tapias, Cañadas de Pareja
8ª Etapa: Cuesta la Palma, Riofrío, Loja, Salar
9ª Etapa: Parque de Cubillas, Albolote, Granada
Jinetes: Abdelkader Harkassi Aidi, Thorben Ulram, Muyahid Espino Espino, Mohammed Mesbahi Chahdi y Abdellah Hernández Mancha.
Asistente: Magdalena Haumann
Caballos: Hadirah, Hilal, Faridah, Gassirah, Hazzan, Thor Mir
Aracena, 19 de febrero de 2024
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